Mi Fuego de invierno, brasas de enero. (General)

Escrito por GinoWar, Tuesday, 12 de January de 2016, 02:29 (3036 days hace...)

Afortunadamente mis reyes arribaron, tarde pero llegaron.
Salí temprano en la oficina y programo cita con Fuego en su centro de operaciones de �lvaro Obregón.
Acordamos encontrarnos en el Monarca, allá por la Roma.

Ya alojado en el la habitación y en lo que llegaba Fuego, me di mi baño para despejarme y asear la mente.

A los 10 minutos tocan a la puerta. Es una chica apiñonada, de linda sonrisa, simpática aunque para algunos, de facciones no tan ortodoxas. Aun así es muy agradable a la vista.
Me saluda y nos damos beso de piquito. Creí que eso iba a ser el tipo de besos que iba a dar.

Platicamos un poco. Me dijo que no estaba en su mejor condición pero yo la vi más aceptable de lo que platican las reseñas.
Después de todo esto, se va al baño a cambiarse.

Impaciente me encontraba, cuando por fin salió Fuego y la vi con sus piernas forradas con unas medias de red, las cuales estaban sujetadas por unos ligueros de verdad.
Sus pies estaban sensualmente calzados con unas sandalias beige de plataforma y de tacón súper alto.

Nos besamos parados y así me dio unos besos buen fogosos y de fuerte calibre.
Era tan rico, toda ella era sensualidad. Alcé mi vista y pude gozar de ese tremendo trasero que tiene.
Lo acaricie. Me dejo besarla y lamerla toda.
Entonces ella me quitó la trusa, se inclinó y así de rodillas hincada, me la empezó a chupa sin.

Tiene una lengua hábil para las artes de la lamida. Por poco me hace venir así.
Me hizo sexo oral por un buen rato.
Después ella me pidió de perrito, me pone la capucha y estuvimos de lujo en esa pose. Gime muy rico y es muy complaciente.
Comencé a dedearla así a gatas y se empozó a mojar. Entonces la voltee de frente y le lamí su potorrete. Mhmm. Es exquisito.
La masturbé un poco y le lamí el clítoris. Parecía que se estaba viniendo pero no me pude aguantar más para conseguirle su orgasmo. Quería penetrarla de patitas al hombro.

Ella muy cooperativa se puso en posición y allí fue donde me deleité.
Tenerla en esa posición es un placer, pude lamerle las piernas y la red.
Pude besar sus pies y hacer palanca con sus tacones para penetrarla más efusivamente.

Sentía que me iba a venir, así que le pedí terminar de perrito.
Solo unos cuanto embates. Ella gritó muy fuerte y me apretó a mi amiguito hasta hacerlo explotar de placer.

¡Qué rico! Me dejo viendo estrellas
Me quedé extasiado.

Después de eso hubo plática amena en el inter, la verdad no creí que se diera otro
round...
De repente me preguntó:

-¿Ya se va a despertar>
Le respondí:

Deja le ayudo.

Ella se acostó bocabajo, le lamí y acaricié su portentoso trasero a más no poder. Le besé la espalda y el cuello.
Después le metí os dedos en su conchita y sentí que ya estaba mojada de nuevo.

Ella comenzó a gemir. Se incorporó y me la empezó a lamer de nuevo.

Verla a gatas mamándome me puso lujurioso de nuevo y no supe como mi amiguito otra vez estaba de regreso en la pelea.

Le pedí que me lamiera los pezones para que tuviera una erección más vigorosa.
Los lamió de una manera salvaje y apasionada.
Me pone el condón y volvimos a hacerlos de perrito en la cama.

Ver esas nalgotas enfundadas en los ligueros y admirar la escena desde
El espejo me puso muy excitado.

La penetré muy fuerte. Ella gritaba, hacia bien su parte de estrecharme.

Le pedí de vaquerita y volvimos a darnos mucho placer. Allí, ésta fémina se prendió y me besó alocadamente. Me volvió a mamar el amiguito y lo hicimos en la silla.
Fue delicioso.

Después estuvimos otra vez de patitas al hombro. No dejaba de lamerle la planta de los pies.
Le chupé el clítoris para que se me calmara la emoción.

La verdad ya no pude más y le pedí que me lamiera el glande para poder terminar.

Con su lengua traviesa, me lengüeteaba mi miembro y de repente volví a sentir la placentera liberación de mi orgasmo.

Fue delicioso. Ella lo seguía lamiendo con el condón puesto y me salía más material genético. Me quedé agotado. Me acosté e la cama y nos refrescamos tomando unas bebidas.

Se había pasado un poco más de la hora y ella me comentó que ya debía marcharse.

Fue delicioso el encuentro. Se vistió y nos despedimos muy efusivamente.

Su perfume es delicioso, su cuello, su espalda, su pelo olían muy rico y sensual.
Su sexo huele un poquito fuerte pero es embriagador,
Ese aroma, junto con sus piernotas y ligueros vistos desde el espejo del techo, fueron mi mejor afrodisiaco para continuar.

Hacía ya un año que no me aventaba dos faneas...
Esta hembra me despertó ese apetito sexual extra me solía tener en mis encuentros.

Me dejó cansadísimo. Solo llegue a mi morada, escribí este texto para desestresarme y me iré a dormir de plácida manera.

Gracias Fuego, me devoraste pero me dejaste vivo.
Espero repetir pronto. Besos.