Dulce amateur (General)
Hace un par de d铆as tom茅 la decisi贸n de agendar una cita con Dulce, despu茅s de haberla tenido en la mira desde hace semanas. Le emoci贸n de la cita provoc贸 que yo llegara muy temprano al motel. Que hice durante una hora de espera? Fantasear. Fantasear porque las expectativas, creadas por tantas rese帽as y buenos comentarios, eran altas. Eran casi las 6:10 de la tarde, escucho unos pasos subir, tocan la puerta, abro la puerta y 隆pum! Una chica de piel blanca, sonrisa radiante, unos senos redondos que invitaban a verlos, besarlos y chuparlos. A los 5 minutos Dulce ya estaba desvestida. Es una chica que te da confianza. Se quit贸 la ropa con una gran naturalidad, entre risas, como si ya fuera la en茅sima vez que nos encontramos. Puso la mano sobre mi pantal贸n, en la zona de mi miembro, yo creo que para reconocer el territorio o para empezara medir mi temperatura. Me desvest铆 e inici贸 a darme un oral rico, suave, con cadencia y lo mejor: manteniendo casi siempre contacto visual. Se mont贸 encima. Un, dos, tres, cuatro, cinco, movimientos y yo ya estaba muy caliente. Se volte贸, me dio la espalda, me dijo 鈥渃ierra las piernas鈥, y a煤n encima de m铆 me sigui贸 montando y yo viendo sus nalgas y todo su cuerpo moverse hasta que me vine.
Qu茅 importante es ese momento existente entre la primera vez y la segunda. Hablamos de m煤sica. Perd铆 la noci贸n del tiempo. Ella me platic贸 de su vida y yo de mis cosas. 驴Qu茅 cosas? Eso queda entre nosotros, pues son temas muy privados, demasiado privados, pero Dulce es una chica que con su vibra, con su forma de ser, te anima a quitarte los seguros, a ser uno mismo y platicar como si fu茅ramos grandes amigos, amigos que se dedican a platicar y a coger.
Empezamos el segundo encuentro. En el primero me dijo que a ella le gustaba tomar la iniciativa para hacer de todo. En esa ocasi贸n yo le dije: ahora me toca a m铆. Dulce se sent贸 sobre la cama. Yo me arrodill茅 frente a ella. Dulce me puso el preservativo, me la chupe nuevamente. Se puso boca arriba. La penetr茅 y ella me tomaba de la espalda. Me mov铆a con tranquilidad, con cadencia para que ella estuviera bien. Luego aument茅 el ritmo hasta que me pidi贸 que me detuviera para ponerse en cuatro. Le hicimos de perrito. Uno, dos, tres, cuatro, cinco embates y yo ya estaba que me quer铆a correr. Nos detuvimos, se puso totalmente boca abajo y as铆 me introduje nuevamente en ella hasta venirme.
No termin茅 exahusto, pero s铆 muy satisfecho, contento, alegre porque esa hora y media fue como estar con una amiga a la que ves para platicar y para coger. Dulce es simp谩tica, agradable y, sobre todo, muy generosa, es muy natural, espont谩nea y tiene un excelente gusto musical.