La guapísima Keny Ross nueva baireana me dejo satisfecho . (Recomendaciones)
Cuando vì el anuncio de Kenya me llamó mucho la atención la forma en que se describe y por supuesto sus fotografìas en donde luce todos sus encantos al descubierto y lo màs importante: que proporciona unos servicios completisimos, que es lo que a mi me gusta; asi es que inmediatamente me di a la tarea de contactarla, cosa que no fuè muy fácil pero después de varios intentos lo conseguí.
Cuando escuchè su voz y su trato fueron dos puntos màs a su favor, me ofreciò una promoción navideña a la que definitivamente no me pude resistir y sin darle màs vueltas al asunto acordamos una cita en un hotel de tlalpan a la que llegò un poco tarde pero de eso ya ni me acuerdo; pues cuando la vì y empezamos a platicar se diò una relaciòn de empatìa inmediata entre los dos. Las fotos son reales 100% y en persona ella es lindisima, a mi me gustan las mujeres delgadas y con sus cositas bien puestas; en pocas palabras calidad y no cantidad y ella cubre ese requisito.
Cuando la vì tan linda preferì darme un baño porque ya estaba muy excitado y con el baño me relajè; salì del baño y ella se adueñò de la situación; me acostò en la cama; se me montò encima y me comenzò a besar; unos besos riquisimos; ella tiene unos labios preciosos, carnosos, exquisitos; mientras la besaba mis manos se deleitaron recorriendo todo su cuerpo, su cintura, sus caderas, su trasero; después de un buen rato de besos y caricias, ella se fuè bajando lento despacio; hasta llegar a mi pene que a estas alturas ya estaba en todo lo alto y ella se lo llevò a la boca y lo empezò a lamer, a chupar, a succionar; lento, suave, sin prisas, como debe ser, tuve què detenerla porque yo ya sentìa que explotaba y le pedi que me diera unas mamadas en las bolas; a lo que ella accediò, dandoles el mismo trato pero después regresò a la cabeza de mi pene que ya se veìa de un tamaño exagerado de tanta excitación; me preguntò si ya me ponìa el condòn pero le dije que no; que ahora me tocaba a mi; asi es que la acostè y me le montè encima; la besè a mi antojo y poco a poco me fui bajando a la mar; saboreando cada centímetro de su cuerpo; hasta que lleguè al punto donde yo querìa llegar. Y entonces comprobè lo que escribiò el poeta: “Nada sabe tan dulce como su boca; tan solo alguna cosa que no se nombra” .
Y le paguè con la misma moneda; lamî, chupè, succionè; le levantè las piernas en todo lo alto como aparece en alguna de sus fotos y el espectáculo que vieron mis ojos era un sueño; ella se dejaba querer y se dejaba hacer todo con gusto; recorrì con mi lengua desde su apretado anito; hasta su exquisito clítoris una y otra vez; cuando quedè satisfecho y ella ya estaba muy hùmeda le pedi que me pusiera el condòn porque ya querìa estar dentro de ella.
Entonces ella me acostò de nuevo y me puso el condòn y se me montò; me preguntò por donde lo querìa meter y le pedì la parte trasera; me temì que me lo fuera a negar pues sin animo de ser presumido en una ocasión me lo negaron porque me dijeron que se veìa muy grande. La verdad es que soy de talla normal pero con tanta excitación el miembro de repente se vè un poco impresionante. Para mi sorpresa Kenya tomò un poco de lubricante y se lo puso en su anito mientras me miraba con mucha picardìa; me dijo: te voy a hacer algo que te và a gustar mucho, disfruta.
Agarrò el miembro; se lo colocò en la entrada y yo le di un empujoncito; la cabeza entrò con un poco de trabajo pero de ahì en adelante ella fuè dàndome la pauta para meterlo despacito; por partes; yo senti delicioso còmo cada centímetro de mi pene se iba alojando en ese culito tan apretado y caliente; cuando ya lo tenìa todo adentro; se inclinò hacia mi y me ofreciò de nuevo sus labios y entonces yo me dediquè a besarla de nuevo y por otra parte le empezè a hacer movimientos de mete y saca; despacito sacandola casi toda y después dejandosela ir hasta la empuñadura una y otra vez; de repente ella se separò de mi y se puso en cunclillas y se empezò a dar unos sentones, primero despacio y después fuè aumentando la velocidad; entonces no pude soportar más y estallè en un orgasmo delicioso; creo que hasta peguè de gritos y gemidos pero la verdad no me pude contener.
De verdad que Keny es toda una mujer; toda una hembra; bien sabe lo que nos gusta a los hombres; tardè algun tiempo en recuperarme pero el segundo round fuè igual de intenso; pero ese se los platico en otra ocasión para no aburrirlos. Por supuesto que pienso repetir; solo espero que no se me haga vicio.