Kelly Kelly (Recomendaciones)
Original en NADSAT
Kelly Kelly
Hey, ¿Qué pasa?, este soy yo, Alex, me nakhodeaba revisando el glorioso foro que es mi domo y nakhodea, por esos regalos del universo a un incerta como este su humilde narrador, varios nuevos perfiles, todas, pulchram ninfas dispuestas a practicar el viejo in-out in-out.
De ellas, una clopo mi vnimaniye, me gustan mucho las strechas, pero, el ploto de ella me pareció exquisito, el tono de koszha, demasiado adictivo, su nombre Kelly Kelly, homónima de la Diva, quien, junto con Maryse y Stacy Keibler, me parecen las luchadoras más sexys de los últimos años.
Acordamos videarnos en el Hot Narvarte, buen mesto, agradable para practicar las artes del fornicio, en jacuzzi para combatir el uchasño calor que ha envuelto a esta scorra ciudad.
Como es costumbre, poluchatie como media hora antes de la cita, para poder chistarme, perfumarme y asear mi rota, mientras se llenaba el jacuzzi, puse algo de muzyka y me tumbé a videar la televisión, pasaban la repetición de Good Will Hunting, Will goboreaba con su terapeuta Sean acerca de cómo habÃa conocido a su mertvyy esposa, interesante escena.
Repentinamente, el teléfono audió, me avisaban que una ptitsa llegaba iskateando a este malchico. Como si fuera la primera vez que contratara, llegó esa emoción de conocer a una nueva débochca, solo esperaba el cracar de la dver mientras envolvÃa mi talla con una toalla para cubrir mi nago.
Pocos segundos transcurrieron para que esto ocurriera, audie la dver y me apresuré a abrir; la vidie, en un vestido entallado que mostraba su ploto perfecto, sexy, sin ser vulgar, elegante y con mucho porte, talla de avispa, grudos generosos y scharros de infarto, nogas torneadas y firmes, sus glasos claros y una smeca que cautiva.
La invité a entrar para videar la parte posterior de su ploto, exquisito, dejó sus cosas y sutilmente video su dengo en el tocador, discretamente lo contó y regresó a colgarse de mis hombros con una smeca, nos potselamos dulcemente, y empezamos un intercambio de caricias, cada vez más intensas, yo, metÃa la ruca debajo del vestido y sentÃa una diminuta nizno que apenas cubrÃa su sexo, el cual, se humedecÃa cada vez más, rozaba su clÃtoris que se hinchaba, fui subiendo el vestido hasta que salió de su ploto, hermanos y únicos amigos, es precioso, su koszha blanca, sus grudos no son naturales pero si son hermosos, grandes.
Le quité el sostén para munchar sus grudos, ella, me quitó la toalla y tomó mi cluva en sus rucas mientras me potselaba, yo llegaba a su schiya, a sus gubas y a sus grudos, nos videavamos en el espejo, su ploto me tenÃa hipnotizado; nos dirigimos a la krova en donde le quité los sabogos y la diminuta nizno negra para tenerla completamente noga, potsele su bruco y me perdà en los muslos, firmes y groncos, trabajados pero muy femeninos, llegué a su sexo y empecé a muncharlo con la yasica, suave sintiendo sus contracciones, su vaivén de placer, con su respiración agitada hasta sentirla fluir en un orgasmo, su litso me lo slovo todo, estaba lista para ser penetrada, pero, primero me cubrió con látex, y me devolvió el placer oral, no importó la barrera entre su rota y mi koszha, se sentÃa cálido, después de unos minutos, se levantó para quedar sobre de mà introduciendo de un solo movimiento mi cluvo en su interior.
La tomé de la talla para ir guiando el ritmo, se apoyaba en mà para darse placer, yo gozaba como hacia tiempo no lo hacÃa, apretaba sus scharros y la acercaba para potselarla.
Nos acomodamos en la orilla de la krova, ella rodeaba mi talla con sus nogas, yo la tomaba de las scharros para alternar el movimiento y entrar y salir de ella, que emitÃa unos leves gemidos, la tomé de las scharros y me levanté para cargarla, la alzaba y la dejaba caer sobre mi cluva, una y otra vez, hasta sentir como de nuevo tenÃa un orgasmo, la bajé y la puse en dos puntos recargada sobre el tocador para penetrarla por atrás, esa vista me tenÃa cada vez más excitado y bastaron unos cuantos tolchocos pélvicos para hacerme terminar.
Acalorados por el encuentro, nos dirigimos al jacuzzi, quedaba ya poco tiempo y solo caricias y potselos dentro del agua fresca para el caluroso dÃa, se quedó un poco más de lo pactado y la vidie secarse y alistarse para partir, un encuentro mejor de lo que esperaba, una forella encantadora, muy alegre.
Sus datos de contacto en su perfil de México Baires, espero que mi experiencia les sea de utilidad.
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Traducido del NADSAT
Kelly Kelly
Hey, ¿Qué pasa?, este soy yo, Alex, me encontraba revisando el glorioso foro que es mi casa y encontré, por esos regalos del universo a un vago como este su humilde narrador, varios nuevos perfiles, todas, hermosas ninfas dispuestas a practicar el viejo mete-zaca.
De ellas, una llamó mi atención, me gustan mucho las flaquitas, pero, el cuerpo de ella me pareció exquisito, el tono de piel, demasiado adictivo, su nombre Kelly Kelly, homónima de la Diva, quien, junto con Maryse y Stacy Keibler, me parecen las luchadoras más sexys de los últimos años.
Acordamos vernos en el Hot Narvarte, buen lugar, agradable para practicar las artes del fornicio, en jacuzzi para combatir el terrible calor que ha envuelto a esta vertiginosa ciudad.
Como es costumbre, llegué como media hora antes de la cita, para poder bañarme, perfumarme y asear mi boca, mientras se llenaba el jacuzzi, puse algo de música y me tumbé a mirar la televisión, pasaban la repetición de Good Will Hunting, Will conversaba con su terapeuta Sean acerca de cómo habÃa conocido a su fallecida esposa, interesante escena.
Repentinamente, el teléfono sonó, me avisaban que una dama llegaba buscando a este malchico. Como si fuera la primera vez que contratara, llegó esa emoción de conocer a una nueva niña, solo esperaba el tocar de la puerta mientras envolvÃa mi cintura con una toalla para cubrir mi desnudez.
Pocos segundos transcurrieron para que esto ocurriera, escuché la puerta y me apresuré a abrir; la vi, en un vestido entallado que mostraba su cuerpo perfecto, sexy, sin ser vulgar, elegante y con mucho porte, cintura de avispa, senos generosos y caderas de infarto, piernas torneadas y firmes, sus ojos claros y una sonrisa que cautiva.
La invité a entrar para ver la parte posterior de su cuerpo, exquisito, dejó sus cosas y sutilmente vio su pago en el tocador, discretamente lo contó y regresó a colgarse de mis hombros con una sonrisa, nos besamos dulcemente, y empezamos un intercambio de caricias, cada vez más intensas, yo, metÃa la mano debajo del vestido y sentÃa una diminuta tanga que apenas cubrÃa su sexo, el cual, se humedecÃa cada vez más, rozaba su clÃtoris que se hinchaba, fui subiendo el vestido hasta que salió de su cuerpo, hermanos y únicos amigos, es precioso, su piel blanca, sus senos no son naturales pero si son hermosos, grandes.
Le quité el sostén para devorar sus pechos, ella, me quitó la toalla y tomó mi miembro en sus manos mientras me besaba, yo llegaba a su cuello, a sus labios y a sus senos, nos mirábamos en el espejo, su cuerpo me tenÃa hipnotizado; nos dirigimos a la cama en donde le quité los tacones y la diminuta tanga negra para tenerla completamente desnuda, besé su vientre y me perdà en los muslos, firmes y fuertes, trabajados pero muy femeninos, llegué a su sexo y empecé a saborearlo con la lengua, suave sintiendo sus contracciones, su vaivén de placer, con su respiración agitada hasta sentirla fluir en un orgasmo, su rostro me lo dijo todo, estaba lista para ser penetrada, pero, primero me cubrió con látex, y me devolvió el placer oral, no importó la barrera entre su boca y mi piel, se sentÃa cálido, después de unos minutos, se levantó para quedar sobre de mà introduciendo de un solo movimiento mi falo en su interior.
La tomé de la cintura para ir guiando el ritmo, se apoyaba en mà para darse placer, yo gozaba como hacia tiempo no lo hacÃa, apretaba sus nalgas y la acercaba para besarla.
Nos acomodamos en la orilla de la cama, ella rodeaba mi cintura con sus piernas, yo la tomaba de las nalgas para alternar el movimiento y entrar y salir de ella, que emitÃa unos leves gemidos, la tomé de las nalgas y me levanté para cargarla, la alzaba y la dejaba caer sobre mi miembro, una y otra vez, hasta sentir como de nuevo tenÃa un orgasmo, la bajé y la puse en dos puntos recargada sobre el tocador para penetrarla por atrás, esa vista me tenÃa cada vez más excitado y bastaron unos cuantos golpes pélvicos para hacerme terminar.
Acalorados por el encuentro, nos dirigimos al jacuzzi, quedaba ya poco tiempo y solo caricias y besos dentro del agua fresca para el caluroso dÃa, se quedó un poco más de lo pactado y la vi secarse y alistarse para partir, un encuentro mejor de lo que esperaba, una mujer encantadora, muy alegre.
Sus datos de contacto en su perfil de México Baires, espero que mi experiencia les sea de utilidad.
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There was me, that is Alex, and my three droogs, that is Pete,
Georgie, and Dim, and we sat in the Korova Milkbar trying to make up for
our rassoodocks what to do with the evening.