Siento mucho ser anacrónico, algunos de los que participan en el foro, son jóvenes que nacieron en la época de la computación, con la época digital, yo nací mucho antes, en una época en la cual algunos valores o virtudes eran muy apreciados, no quiero decir con esto que la época actual este mal, lo que sucede es que a mí todavía me toco la edad en que se amarraban a los perros con longaniza, en la que existía más confianza en las personas, en la que para muchas mujeres su gran ilusión era llegar vírgenes al matrimonio.

Época en la cual a la mujer que acompañaba al hombre se le respetaba, no importando su condición, (inclusive si fuera una prostituta; tampoco quiero decir que ahora no se les respeta), si ella estaba con un hombre nadie podía ni verla, ni hablarle, era el momento en que se le decía a la mujer: “cuando vayas conmigo no mires a nadie, que bien sabes que yo no consiento un desaire”, podrán decir la edad del machismo en su máxima expresión. (en cambio ahora algunas hasta llamadas de otros clientes toman, cuando están todavía co-giendo con uno, como diciendo apurate que ya me toca con el que sigue, no hay respeto)

Esa edad ya paso; me gusta, no dejo de reconocer, la libertad sexual actual, hay mayor cantidad de sexoservidoras nacionales e internacionales, muchas de las cuales no podríamos conocer sin este imprescindible medio de comunicación de dos vías como lo es el internet, si hoy tengo ganas de un brinco tomó el internet, reviso la calidad de las potranquitas, tomó el celular y le marco a la que más me llamó la atención, si está disponible en tiempo y forma, pues a darle que para eso la llamé.

Sin embargo sigo teniendo muchas de las cualidades de mi juventud, me gusta regalarles flores, tal vez chocolates o algún otro presente, sin que por esto quiera decir que estoy pidiendo algo extra a cambio, es por el gusto o como dirían otros como si fuera la propina; yo pienso, si estoy a gusto con ella, porque no puedo hacerla sentir mujer, no solo una compañera de ocasión.

Tal vez a muchos de ustedes ya les cansó que solo hablo últimamente de una de ellas de SAMANTHA de MB, lo siento mucho, pero independientemente de que me encariñe con ella, me acople bastante a su estilo de tener sexo, se desvive por dar lo mejor de ella, se entrega completamente a lo que hace y eso en mi opinión “NO TIENE PRECIO”, hoy volví a repetir con ella, me tiene embrujado, me fascina como se comporta cuando hacemos lo que más nos gusta; que oral (con) tan extraordinario me practica, pareciera que no me pone gorro, su sonrisa en todo momento, su actitud, que no la veo en ninguna de las muchas otras que contrate antes; ya la recepcionista del belices, me ve llegar sonríe y me da mi tarjeta-llave, ni me pregunta nada, una sonrisa cómplice es todo de su parte.

Y Samantha sabe bien que me gusta, y por obvias razones toma ya en determinados momentos las posturas que mas me agradan, hoy fue un encuentro de poder a poder, y creo que a mi edad le gane la partida, ella lo debe de recordar muy bien, estuvo increíble, de verdad que es un placer único tener a esta niña desnuda y poder disfrutar de todo su cuerpo, acariciarlo, besarlo, hacerlo vibrar de placer, mirar esos ojos tan hermosos y esas muecas de placer que hace son únicas, cuando me tomó las manos y las apretó fuertemente en el momento del clímax, cuando sientes como vibra su vientre ante los espasmos de placer, cuando vez que pone sus ojos en blanco y te abraza con fuerza fundiendo su cuerpo con el mío en uno solo, te deja satisfecho, cansado, pero muy feliz de haber disfrutado cada vez más a esta mujer.

No me dan envidia los comentarios del Ginecólogo, porque se ve que también disfruto ese cuerpo lleno de un placer y lujuria, pocas veces visto en alguien de la edad de Samantha, agradezco al Cabrito R, su defensa y desde luego se nota que también ha disfrutado como yo a esta niña.

Yo soy de esos amantes a la antigua
Que suelen todavía mandar flores
De aquellos que en el pecho aún abrigan
Recuerdos de románticos amores
Yo soy aquél amante apasionado
Que aùn usa fantasia en sus romances
Le gusta contemplar la madrugada
Soñando entre los brazos de su amada
Yo simplemente soy de esa clase
Que ya no es muy común en nuestros días
Las cartas de amor
El beso en la mano
Muchas manchas de carmín
Entre las sombras del jardín
Voy vestido igual que cualquiera
Y vivo con la vida de hoy
Pero es cierto que con frecuencia
Sufro por amor
Y a veces lloró por la ausencia
Porque soy de esos amantes a la antigua
Que suelen todavía mandar flores
Aunque yo sigo este mundo
Con sus modas y modismos
El amor es para mí siempre lo mismo
Canción de Roberto carlos

por fin pude