» Para algunos caballeros la edad de las mujeres casi siempre es de las cosas
» más importantes a descubrir ya que de ahí se desarrolla la clave para lo
» que tienen planeado, para otros es simplemente un asunto intrascendente.
»
» Hace poco alguien me llamó y me preguntó que edad tengo… yo le dije que
» esa era una pregunta fea
» y me sentí como cuando a Belinda le preguntaron si era ella la del
» video que mostraba sus pechos en YouTube.
»
» Como explicar que aunque uno tenga 15 años es incómodo responder, a todas
» las mujeres que he preguntado argumentan lo mismo. Esa pregunta, es algo
» que nos hace sentir que estamos sobre en el portaobjetos, que un lente nos
» enfoca con un juicio descarnado y que sin importar lo que digamos, la
» respuesta siempre será mala pues nuestra edad puede resultar inaceptable
» para el que lo pregunta.
»
» Tener que revelar nuestra edad en primera instancia es algo que nos marca
» y descalifica sin saber ni para qué. Por eso: NO NOS GUSTA DECIR NUESTRA
» EDAD.
»
» También nos hace sentir que es más importante la edad que todo lo que
» podamos ofrecer a la vista, más allá de nuestros títulos universitarios, de
» horas de gimnasio, de dinero invertido en zapatos y cosméticos.
» La edad es un valor social o legal que nos llena de prejuicios que de
» alguna manera nos limitan en cualquier cantidad de áreas…
»
» La respuesta siempre encasilla, porque nunca será la ideal, o se es muy
» joven o muy grande para las expectativas de quien lo pregunta… porque se es
» una inexperta o porque ya se sabe demasiado… Que más da que edad tenga una
» mujer si su edad cronológica no tiene nada que ver con la edad biológica.
» Estos datos son asuntos más bien administrativos que le sirven a los que
» piensan en su pensión al jubilarse. Una mujer bien cuidada desde joven
» aprende a mejorar su hermosura, después se convierte en un ser de edad
» incalculable manteniéndose en forma y cuando crece, aún estando madura
» seguirá guapa hasta el fin de sus días.
»
» En mi vida, he conocido mujeres fantásticas de las cuales he aprendido
» todo lo que he querido, porque han sido tan generosas que sus conocimientos
» me los han regalado solo por el gusto de enseñarme y el único secreto que
» he aplicado para conseguir todo lo que me han dado es: Nunca
» preguntarles su edad.
»
» Recuerdo que cuando mi abuela tenía los casi 60 años de edad, se veía
» increíble, pero a sus pasteles de cumpleaños por respeto a lo que ella
» pudiera sentir, cuando llegaba la hora de cantarle las mañanitas siempre le
» ponían una sola velita.
»
» En conclusión:
» Preguntarle la edad es una mujer, es tan molesto como preguntarle a un
» caballero:
» ¿Cuánto gana>
» ¿Cuánto tiene ahorrado en el banco>
»
» ¿Verdad que son datos que a nadie le interesan>
» Saludos y muchos besos, Afrodita