Tengo un amigo al que siempre voy a ver a su oficina porque le es muy complicado salir de ella, por la importancia de su puesto en su empresa siempre debo que hacer antesala y lidiar con su asistente personal (la cual pareciera que me odia) identificarme y hasta inventar un asunto a tratar en cada visita.

Los viernes son los días que es más sencillo de realizar, pues el resto de sus empleados están más preocupados por irse a descansar. Es realmente una delicia porque hemos construido un espacio lujurioso en todos los rincones de su sala de juntas… donde por supuesto, una de las premisas principales es hacer acto de presencia de forma solemne, yo debo verme lo más ejecutiva y seria posible. Ahí, el maquillaje discreto y el traje sastre son nuestro secreto, pues ambos sabemos la lencería que hay debajo de ese disfraz...

--¡Ingeniero, buenas tardes!--
--¿Cómo le va Licenciada> pase por aquí…--

Una vez a solas, la pasamos de maravilla pues en el portafolio traigo todo lo necesario para vivir nuestra aventura.

¡Llámame estoy segura que nos divertiremos!
Besos, Afrodita