Lo que menciona carlo se llama "gen egoísta". Aun hay muchos que consideran que existe de verdad. Profesionales y no profesionales. Desde médicos hasta abogados. Y es una de las excusas mas trilladas de los hombres infieles. Según tengo entendido, en realidad no existe. Solo son invenciones de las personas. Podríamos decir que las mujeres tienen también su gen egoísta. Las hembras de muchos mamíferos buscan aparearse con la mayor cantidad de machos, así, los espermas de los mas aptos las fecundaran.
Por ahí escuche una vez que entre los primates y la mayoría de los animales que se reproducen sexualmente, el tamaño del pene es directamente proporcional al nivel de promiscuidad de la hembra. El tamaño del pene, si bien no es importante a la hora de fecundar, sirve para llamar la atencion de la hembra. Y que creen... los humanos somos los orgullosos poseedores del miembro mas grande de todos los primates.
Les puedo asegurar que las mujeres mientras son solteras, tienen muchas mas parejas sexuales que nosotros. Ellas solo tienen que sentarse coquetas, quizás guiñar un ojo y listo. Nosotros tenemos que dedicar todo nuestro ser para lograr el mismo efecto en una de ellas.

Sobre del temor de estar solo: En algun programa escuche una frase que decía algo asi como: "A una prostituta no se le paga para que se quede. Se le paga para que se valla". algo así, no recuerdo bien.
Lo que yo entiendo es que contratamos prostitutas no para no estar solos. Sino para acostarnos con una mujer que nos guste y no tener que pasar por el lamentable trance del cortejo y el mucho peor compromiso posterior que implica.
Podemos ir con ellas cuando nos plazca. Alejarnos de ellas sin ningún remordimiento.
No tenemos que mantener el contacto con ellas ni tener detalles para poder estar de nuevo entre sus brazos y sus piernas, mas allá de simplemente conservar su numero para cuando queramos que nos visiten.
Y también para ellas es mas fácil.
De un cliente esperan eso mismo: Un cliente.
Esta bien que es agradable poder hablar con ellas después del sexo. Poder compartir un poco de nuestro mundo mientras las tocamos. Pero eso solo es un extra. No es el fin ni el medio.