Reseña de una Rubia natural (Recomendaciones)
 Cité a B i vi un viernes por la noche en el Belices. Ese dÃa el tráfico estaba muy mal como si hubiera manifestación; sin embargo llego rápido porque desde la tarde ya le habÃa notificado que la querÃa ver.
Llego con un pantalón negro y una blusa entallada que dejaba ver su piel invitamdo a las caricias; llevaba un saco pero cuando se lo quito pude ver lo que les digo.
El cabello estaba sujeto, le pedà que se lo soltará pero lo hizo hasta más tarde y valio la pena porque con el cabello suelto, rubio, se ve como toda una mujer sensual con toques salvajes, quizá su fÃsico trabajado en el gimnasio contribuya a esa imagen...
Platicamos mucho, ambos sentados en el mueble donde está el espejo frente a la cama que nos esperaba. Hasta que comienza la acción, ella misma se quito la ropa, quedándose tan solo con el coordinado, una tanga negra con adornos en rosa y un brasier que hacÃa juego.
Preparé la cama dejando a la vista las sábanas blancas que siempre he interpretado como los manteles largos que anuncian un gran banquete.
Empezó con un masaje estando yo boca abajo, sentÃa el calor de su piel, su suavidad, ella es una maestra también en el arte del masaje. En un momento dado ella se quita la tanga y el sostén, entonces desliza sus tetas sobre mi espalda, mi trasero, si sus manos se sienten bien, sus tetas me hicieron prender más. Después empieza a darme unos besitos que fueron tan buenos que pude descubrir un par de zonas erógenas que no conocÃa. Cómo entender que a estas alturas todavÃa pueda descubrir más zonas erógenas en mi propio cuerpo...  sin duda solo con la ayuda de una gran mujer puede ser posible,  sigo gratamente sorprendido, francamente.
El masqje siguió, sus besos exploradores también, acercándose poco a poco a mi falo; cuqndo llega lo saludo con sus ricos labios, la sensación fue placentera y quizá ahà logre un extra en la erección. Le pedà que me pusiera um condón, el cual puso con su boquita y siguio el oral, llegue a pensar que no lo habÃa puesto que incluso me asome para constatar, pero sÃ, ahà estaba y me quede pensando que esta rubia mujer ya llego a un nivel de diosa que hasta con preservativo puesto el oral se siente muy intenso, el calor de sus labios en esos momentos aun lo recuerdo.
Estando asà boca arriba se subió, no se lo pedÃ, ella lo decidio como la amante que ya está lista. Su ausencia de timidez le permiten hacer los mejores movimientos, gozando no solo yo sino ella también, quizá solo asà se pueda uno explicar porque es tan buena esta mujer, sin duda porque ella misma también lo disfruta, también se calienta.
Después cambiamos a la posición de misionero, estar arriba, sentir que estoy penetrando a una diosa de la sexualidad, es un estimulante muy intenso.
Un pequeño cambio y sus piernas llegan a mis hombros, estando asà busqué verle las caderas que en esa pose dejan ver un buen perfil.
Entonces le dije que en todas las veces anteriores no le habÃa pedido hacer sexo anal. Me sonrio con una pÃcara mirada, alcanzó el lubricante que estaba en la cama, hizo lo necesario y en esa misma posición con sus piernas que puso otra vez sobre mis hombros, llevo mi falo hasta la entrada que ya me esperaba, entre poco a poco hasta llegar a un movimiento rápido. Sentà su calor, la miraba a sus ojos azules y pensaba que tenerla asà era como tener a la mejor hembra.
Después ella cambio a estar boca abajo y asà seguà entrando em ella por detrás, la rubia solo levantaba y movÃa sus caderas para alentarme a seguir dándole.
Ese priner round terminó, tome una buena respiración y nos dimos un regaderazo.
Ya de regreso en la cama nos quedamos desnudos, descubiertos; yo tengo la sensación de estar con una amante, por eso repito con ella, la membresia tiene sus privilegios  :- )
El segundo round fue igual de intenso, le pedà otra vez un oral, la acomodé en un 69 estando ella arriba, desde ahà podÃa disfrutar de la vista de sus vellos rubios pero mejor aun de su aroma, que exquisito aroma tan Ãntimo tiene, como para comerse toda su vulva, sentir como se mueve y escuchar sus gemidos es un complemento al placer que ella me da.
Insisto, después de los preámbulos de esa forma, cuando llega el momento de penetrarla es como encender el turbo para la excitación, es como el trofeo que uno recibe.Â
Sentir a una mujer excitada, que se entrega y busca que uno tenga todo el placer posible, solo me hace sentir ahora agradecimiento por su entrega, por saberse compartir.
En esta nueva ocasión descubrà más de ella, conocà más a la mujer cotidiana, sentà más familiaridad y eso sin duda (en mi caso, aclaro) es un ingrediente clave para un encuentro con una mujer.  Encontré lo que buscaba, por eso me quedo pensando y descubriendo porque me gusta repetir con ella: recibo mucho placer en todos los sentidos.
Se quedo conmigo mucho más tiempo del convenido;Â
Que suerte conocer y ganarse a una mujer asÃ.
Un gran saludo para ti y para las demás mujeres que honran los encuentros entre un hombre y una mujer.




