Durante un tiempo fue administrado por una chica que perteneció a las filas de
la extinta casa de masajes de la Calle de Puebla 204, de nombre Ivonne, aunque
unos cuantos meses después dicho lugar pasó a otra administración.Las instalaciones eran como las de cualquier "Clínica de masajes", con sus habitaciones habilitadas como salas de masaje con una camilla. Tenían una sala
para masaje de vapor, pero las chicas nunca te lo ofrecían y cuando se los pedías, siempre te ponían cualquier pretexto para solo hacerlo en seco. El masaje casi siempre fue malón, poco más que una embarrada de aceite y muy breve
el completo te salía al precio de los de Cristy u otras clínicas y la calidad del servicio dependía de la chava en cuestión. Cuando de Plano dejé de ir, el
personal había bajado muchísimo de calidad, como de casita de $200.00, eso, cobrando mínimo $400.00 por el servicio más económico, que era el manuelero.