Cita de fuego con FUEGO (Recomendaciones)
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, (hace 5358 dÃas)
El pasado viernes tuve la oportunidad de conocer a Fuego. Pude comprobar que en efecto tiene un cuerpo maravilloso, generoso.
Llegó enfundada en una blusa de leopardo y unos jeans apretadÃsimos, al entrar me saludó con un besito y aprecié y sentà sus carnosos labios, herramientas magnÃficas para besar y mamÂ…, yo apenas contaba con una toalla. Apenas dejó sus cosas en el tocador se despojó de la blusa y sus tremendas gemelas quedaron al descubierto, momento que aproveché para acariciarlas, apretarlas y prenderme de ellas, mientras ella se despojaba de sus jeans para luego mostrar su exquisito trasero, adornado por una diminuta tanga. Me hacÃan falta manos para poder acariciar todo su ser.
Nos recostamos y su boca encontró mi miembro, la experiencia fue deliciosa. Con maestrÃa aplicó la presión y el ritmo exacto para regalarme gran placer. Simultáneamente mis dedos encontraron su vagina y se perdieron en su humedad, un poco mas arriba encontraron otra rica cavidad que también visitaron. Se montó en mà dándome la espalda, la visión de cómo mi miembro se hundÃa en ella aun la tengo en mi mente, mi dedo insistÃa en llenar su colita. Sus gemidos me excitaban, ricos sin ser escandalosos. El primer round lo terminamos de a perrito y me dejé caer en la cama para recuperar el aliento.
Aun seguÃa caliente, asà que después de una breve charla y un rápido aseo continuo la acción. Nuevamente su boca consintió a mi miembro, se nota que ella disfruta el brindar este placer. Yo estaba muy caliente y le pedà que me dejara consentirle su colita, a lo que dijo que sà (arreglando el costo adicional). Se puso en cuatro, con mis dedos y bastante lubricante la estimulé hasta que estuvo a punto. Luego entré sin problema y el ir y venir fue delicioso, al mismo tiempo ella estimulaba su clÃtoris. Sus gemidos fueron aun más fuertes que la primera vez, yo le estaba dando duro. Minutos después me dijo “Ya terminé. Me duele un poco.”, le contesté “¿Aguantas un poco mas>”, dijo “SÔ. Terminé riquÃsimo, sudando copiosamente y con el pulso acelerado.
Otra vez tendido en la cama, su teléfono empezó a sonar, de hecho sonó varias veces. Lo miró y me dijo “Ahora que es el último dÃa de la promo, todos quieren”. Luego de otro bañito, de nuevo a la camita. No podÃa desprenderme de sus pechos, era tanta mi emoción que en repetidas ocasiones me decÃa “¡Despacito!” (sorry por eso). Su boca volvió a devorar mi miembro y ahà se quedó, sin prisa. El ocaso de mi tiempo llegaba, pidió su taxi y me dijo “luego se tardan, asà que mientras…”, y continúo nutriéndose de mÃ. Estuvo asà varios minutos, mi miembro no resintió las dos relaciones previas pues mi erección estaba al cien. Aun cuando no pude terminar lo disfruté muchÃsimo.
Inevitablemente esta maravillosa experiencia debÃa terminar, asà que ella tomó un baño, su taxi llegó y se despidió con un besito. Todo esto sucedió en poco mas de una hora.
Un saludo a toda la banda.
El Peregrino
