En la escuela iba a haber una fiesta y la madre Teresa, la directora y madre superiora, envÃó un recado a las mamás de los niños para que fueran disfrazadas y divirtieran a sus hijos.
Llegado el dÃa de la fiesta, se abre el telón del teatro escolar y empiezan a desfilar las señoras con disfraces propios de la ocasión:
una mamá iba de conejita, otra de ratoncita, otra de florcita, y asÃ....
De pronto, ante la consternación de las maestras y las demás señoras, aparece en escena una mamá que llevaba minifalda hasta la parte superior del muslo, blusa semitransparente con escote muy pronunciado, medias negras de malla con raya atrás, bolsa de lentejuelas, zapatos de tacón dorado con cordones hasta las piernas, boa de plumas y fumando en larga boquilla.
Al acabar la representación la directora corre, desolada, y le reclama a la señora:
-'¿Qué disfraz es ese, señora>, ¿Por qué vino usted asÃ>'-
-"Madre, vine disfrazada de lo que usted me dijo en el recado que me mandó. Vine disfrazada de p_u_t_a fina...."-
-'¡¡¡ De Pitufina, señora!'-, exclama la monja, '¡¡¡¡ De Pitufina !!!!"-