Después de 3 años de no ver a Yoseline por cambio de pais ,al fin se me hizo ! La volvà a ver . ..... (Recomendaciones)
Viernes 12 am
Pasadena
Acaricié sus pechos por encima del sujetador y con el dedo Ãndice me deleité con el tacto de esos grandiosos senos que llenaban el sujetador. Acerqué mi boca, reseca, y apartando un poco la maldita tela que los cubrÃa, decidà probarlos. SabÃan a gloria divina, a pecado mortal. Atrapé el rico y duro pezón entre mis dientes, le di un mordisco leve, lo justo para que se le pusiera la piel de gallina y todo sus músculos se tensaran.
Deshizo el nudo de mi toalla y en sus ojos pude ver el fuego con el que atravesaba mi virilidad, dura como una estaca.
Guau –ronroneó a la vez que, inconscientemente se relamÃa los labios. Mi pene palpitaba y se erguÃa más y más.
¡No sabes cuánto te deseo me dijo Yoss -eso me hizo reÃr, y acabar con mi paciencia.
Le bajé el pantalón junto a su divina tanguita, arranqué el puñetero sujetador que me impedÃa ver esas cumbres asombrosas y la tumbé sobre la cama y la miré con hambre. Me recosté sobre su cuerpo, tocando cada milÃmetro del suyo, adorando sus formas.
Sus piernas se abrieron, me acomodé entre sus muslos y sin más esperas la penetré, impaciente y deseoso. Ahogó su grito en mi cuello, haciéndome estremecer. Sus piernas rodeaban mi cuerpo , me empujaban para ir hasta el infinito; tiritábamos de placer.
Se giró de manera brusca, sin que yo pudiera hacer nada para evitarlo. Se sentó a horcajadas y me cabalgo como la mejor de los jinetes.  Sus pechos, para mi deleite, se mecÃan sin cesar, bailando al ritmo de sus gemidos; los atrapé, abarcándolos con ambas manos y estrujándolos entre mis dedos, temblorosos por el deseo.Yoseline era la un hada –ella me dedicó una mirada felina.
Empezó un frenético golpe de cadera sobre mi pene, subÃa y bajaba, una y otra vez. Se recostó sobre mi pecho y frotó su clÃtoris por mi pelvis, sin dejar de menear sus caderas. Pude notar como su éxtasis estaba ahÃ, a punto de estallar. Aceleró hasta una velocidad inconcebible y decidà volver a ponerme encima de ella.
La embestà con todas las fuerzas que me quedaban, entre y salÃ, una y otra vez. Cerró los ojos con fuerza y volvió a abrirlos, me miró con una pasión infinita que me desarmó. La besé.
Mi miembro palpitaba insistentemente, querÃa descargar toda mi sexualidad dentro de ella. Sin dejar de besarla fui pausando mis estocadas y derramando gota a gota todo mi amor, dentro de su cuerpo.
Es laÂ… primera vezÂ… en toda mi vidaÂ… que tengo unÂ… orgasmo asÃÂ…Mas bella Yoseline




