Traducido del NADSAT

Y ahí estaba yo, Alex, con algunos estragos del procedimiento Ludovico que me hizo aborrecer el viejo mete-zaca y del cual me curó la bella Yoseline. En ocasiones me harto del sexo y en otras estoy ávido de él, estaba en esta última etapa deseando no solo a una mujer sino ejercer sobre ella violencia de algún tipo, abusar de alguna posición de poder, ¡Oh hermanos!, mis suplicas fueron escuchadas y llegó, una joven discípula mía.

Buscaba, una explicación, nuevamente, de no haber aprobado la materia, en un periodo Ludovico hubiese hecho lo correcto, corregir la calificación y ofrecer disculpas, pero, en el periodo ultra-violento hice todo lo contrario.

-Pero profesor- me increpaba la joven- no entiendo, cada parcial le pedí revisión de examen, estoy segura que está correcto y usted me ignoró y ahora estoy a punto de perder mi beca.

Esta joven me ha atraído desde que la conocí, y sé que este malchico no le es indiferente, deseaba tener entre mis manos esa cintura y disfrutar de esos pequeños senos y recorrer con mi lengua la parte central que encierran sus piernas.

-Vivian– le respondí- para aprobar conmigo no cuenta solo lo académico, tú tienes otros talentos que puedes usar para no solo obtener una excelente nota, solo tienes que ser amable.

Yo sentí lujuria en mi ser, ella se ruborizó, sabía perfectamente a qué me refería y se alejó un paso, yo la tomé de la cintura y la regresé cerca de mí.

-YÂ…yo, profesor, puedo ayudar a calificar o con los temas administrativos.

Esa respuesta no la esperaba, pero encendió en mi algo de furia y la apreté contra mí, su pierna estaba contra verga ya dura, mi mano bajó de la cintura a sus deliciosas nalgas mientras con el otro brazo controlaba sus intentos de huir.

-No haga esto profesor- rogaba casi con llanto.

Esto en lugar de detenerme me hizo empezar a besar su cuello y acercarme a su boca, al fin, ella cedió y aceptó el encuentro, transformándose, ahora, en una niña caliente.

La despojé de sus ropas e hice lo mismo con las mías, la puse de rodillas y puse mi miembro en su cara, ella primero vaciló pero luego empezó a comer, a lamer y a engullirla con desesperación, ¡Qué delicia hermanos! Por más que intentaba no podía introducirla completa, se ahogaba con ella pero no paraba.

-Profesor- me dijo- esto ya me está gustando.

Me recosté para tomarla de la cadera y quedar debajo de ella e hicimos un delicioso 69, ella dejaba que mi lengua recorriera todo su sexo, que entrara y saliera, que succionara su clítoris, se dejaba caer sobra mi cara empujando para que entrara más, hasta que sentí esos espasmos inconfundibles e involuntarios, malo como debe ser un malchico, le soplé ligeramente, ella solo se arqueó intentado escapar, pero lo único que consiguió fue quedar bocarriba con las piernas abiertas, sujetada de los brazos y recibiendo más de mi lengua, ya no había resistencia, estaba muy excitada, su vagina estaba mucho más que húmeda, se mezclaba la saliva con su lubricación natural y de nuevo, un orgasmo, ella se contraía parecía convulsionarse, en tanto yo me forraba para penetrarla, lo hice de misionero, abriendo sus piernas de par en par, devorando sus senos, lamiendo desde las muñecas hasta los pezones, así estuvimos un buen rato, cambiamos varias posiciones, hasta que la puse en cuatro, ella gritaba de placer y me recibía con gusto, ver esa cinturita, sus nalgas, y sus largas piernas, todo esto mientras era penetrada, sus senos rebotando y toda esa escena en el espejo me hicieron reventar, me dejé fluir largo, mi cuerpo también tuvo espasmos, me dolía el abdomen, sudaba abundantemente, lentamente salí y tumbé.

Ella se acercó a mí para ser abrazada, la besé, ahora con calma, y le dije.

-Vivian, con esto pasas este ciclo con notas excelentes, el siguiente curso también lo daré yo, ya tienes la fórmula para ser la mejor de la clase.

Así, terminó mi encuentro hermanos y únicos amigos, un cuerpo con el que me he acoplado de maravilla.

Original en NADSAT

Y ahí estaba yo, Alex, con algunos estragos del spugo procedimiento Ludovico que me hizo proklinatar el viejo unodós y del cual me curó la bella Yoseline. En ocasiones me harto del sexo y en otras estoy ávido de él, estaba en esta última etapa deseando no solo a una filosa sino ejercer sobre ella violencia de algún tipo, abusar de alguna posición de poder, ¡Oh bratos!, mis suplicas fueron escuchadas y llegó, una moloda discípula mía.

Buscaba, una explicación, nuevamente, de no haber aprobado la materia, en un periodo Ludovico hubiese hecho lo correcto, corregir la calificación y ofrecer appy polly pologies, pero, en el periodo ultra-violento hice todo lo contrario.

-Pero profesor- me cracaba la malenca- no entiendo, cada parcial le pedí revisión de examen, estoy segura que está correcto y usted me ignoró y ahora estoy a punto de perder mi beca.

Esta forella me ha atraído desde que la conocí, y sé que este malchico no le es indiferente, deseaba tener entre mis rucas esa talla y disfrutar de esos malencos grudos y recorrer con mi yasicca la parte central que encierran sus nogas.

-Vivian– le slove- para aprobar conmigo no cuenta solo lo académico, tú tienes otros talentos que puedes usar para no solo obtener una excelente nota, solo tienes que ser amable.

Yo sentí lujuria en mi ser, ella se ruborizó, sabía perfectamente a qué me refería y se alejó un paso, yo la scvate de la talla y la regresé cerca de mí.

-YÂ…yo, profesor, puedo ayudar a calificar o con los temas administrativos.

Esa respuesta no la esperaba, pero encendió en mi algo de rasdrás y la apreté contra mí, su noga estaba contra schlaga ya dura, mi ruca bajó de la talla a sus deliciosos scharros mientras con la otra ruca controlaba sus intentos de huir.

-No haga esto profesor- crichaba casi placando.

Esto en lugar de detenerme me hizo empezar a potselar su schiya y acercarme a su rota, al fin, ella cedió y aceptó el encuentro, transformándose, ahora, en una debochca caliente.

La despojé de sus platis e hice lo mismo con las mías, la puse de rodillas y puse mi chlen en su litso, ella primero vaciló pero luego empezó a munchar, a clopar y a crunchiar con desesperación, ¡Qué delicia hermanos! Por más que intentaba no podía introducirla completa, se ahogaba con ella pero no paraba.

-Profesor- me dijo- esto ya me está gustando.

Me recosté para tomarla de los scharros y quedar debajo de ella e hicimos un delicioso sixtynine, ella dejaba que mi yasicca recorriera todo su vlagalishche, que entrara y saliera, que succionara su clítoris, se dejaba caer sobra mi litso empujando para que entrara más, hasta que sentí esos espasmos inconfundibles e involuntarios, maluolo como debe ser un malchico, le soplé ligeramente, ella solo se arqueó intentado escapar, pero lo único que consiguió fue quedar bocarriba con las nogas abiertas, sujetada de las rucas y recibiendo más de mi yasicca, ya no había resistencia, estaba muy excitada, su vlagalishche estaba mucho más que húmeda, se mezclaba la saliva con su lubricación natural y de nuevo, un orgasmo, ella se contraía parecía convulsionarse, en tanto yo me forraba para penetrarla, lo hice de misionero, abriendo sus nogas de par en par, devorando sus grudos, lamiendo desde las muñecas hasta los pezones, así estuvimos un buen rato, cambiamos bolches posiciones, hasta que la puse en cuatro, ella gritaba de placer y me recibía con gusto, ver esa talla malenca, sus scharros, y sus largas nogas, todo esto mientras era penetrada, sus grudos rebotando y toda esa escena en el espejo me hicieron reventar, me dejé fluir largo, mi ploto también tuvo espasmos, me dolía el abdomen, sudaba abundantemente, lentamente salí y tumbé.

Ella se acercó a mí para ser abrazada, la potselé, ahora con calma, y le dije.

-Vivian, con esto pasas este ciclo con notas excelentes, el siguiente curso también lo daré yo, ya tienes la fórmula para ser la mejor de la clase.

Así, terminó mi encuentro bratos y únicos amigos, un ploto con el que me he acoplado chudesño.