Explosivo Encuentro con Luján (Escorts)
VIERNES CON LUJÁN
El pasado viernes muy temprano me di cuenta que Luján anunciaba que estaba de vuelta, casi en seguida le envíe un mensaje para verla lo antes posible, aguardé un poco y nada. Volví a intentarlo con otro mensaje invitándola a que nos viéramos, ahora invocando la pasión de las citas anteriores. Su respuesta llegó poco después aceptando la cita.
Sorprendido de mi buena suerte, ya saben que es difícil contactarla, arreglé todo para encargar el changarro e ir a su encuentro. Estando cerca del lugar de la cita recibo otro mensaje de ella en el que me avisaba que ya había llegado, me apuré y llegué poco después. Le indiqué la habitación y el toco toc no tardó en escucharse.
Abrí la puerta y la habitación se iluminó ¡Está mujer me encanta! Su belleza y natural alegría lo llenaron todo. Me besó para saludarme y llevó sus cosas al sofá, luego me abrazó y siguió besándome. Mientras saboreaba sus labios mi manos acariciaban su rico cuerpo, su excelsa anatomía la recorría a ciegas reconociendo sus montes y sus valles, acariciaba sus fenomenales nalgas y recorría su largas y torneadas piernas, me regocijé con su piel suave pero firme. Ahora la vi más hermosa y más exuberante que antes, si tal condición es posible.
Una vez desnudo me pidió que me recostara, ella aun vestida se inclinó para comerse mi miembro, su boca la sentí tibia y suave. Me mamó pausadamente, como a mi me gusta, se incorporó para quitarse su breve vestido negro y le ayudé con el bra y con la tanga. Me volví a acostar y ella siguió mamando, de repente sin decir agua va colocó su sexo en mi rostro para un tremendo 69. Así estuvimos un buen rato, ella succionando y yo lamiendo, chupando y a veces mordiendo suevamente su abundante carne. El placer que sentía era brevemente interrumpido por sus gemidos. Después de un rato me preguntó si quería que continuara y le dije que ya quería tenerla. Mi erección estaba al 100, me puso el condón y me montó de frente, tenerla así es maravilloso, mi vista se nutre con la imagen de su rostro excitado, con el vaivén de sus pechos, con su perfecto abdomen y sentir la humedad de su sudor. Luego me pidió que le diera en 4, cambiamos y entré muy rico, sus gemidos entonaban una melodía ya conocida. Se agarró a si misma sus nalgas y tomé sus muñecas para darle más fuerte ¡la tenía completamente sometida!
Hicimos una pausa breve y le pedí su colita, una duda se reflejó en su rostro pero enseguida aceptó, solo pidiéndome que lo hiciera con suavidad pues tenía dos meses que no lo hacía por ahí, eso me excitó aún más ¡Delicioso !
En el medio tiempo permanecimos abrazados, sin dejar de acariciarla conversamos un poco de nosotros, mi veta romántica afloró y entre risas me decía sos un poeta. Pasamos a la regadera e intentamos bañarnos, pero sus senos acapararon mi atención, me coloqué detrás de ella y mis manos trataron de contenerlos, sonriendo se volteó y nos besamos nuevamente, entonces me susurró ¿Querés que te la mame aquí> acepté, cerró la regadera y en cuclillas devoró mi miembro. Poco después, desde mi ecuador volvió a preguntar ¿quieres coger otra vez> y nos fuimos a la cama. Antes de ello me dediqué a sus pechos, que veía y sentía mas grandes que la última vez, pero completamente naturales, los mamaba con fuerza, mi boca saltaba de uno a otro. Su brazo derecho lo pasó por mi nuca y así me brindó soporte para no detenerme, se aproximó a mi oído para decirme ¡Así! ¡Cómo me excita!
Para terminar le pedí que me hiciera feliz con su boquita otra vez, me senté en la orilla de la cama y se hincó frente a mi, su ir y venir comenzó y mi eyaculación no tardó en llegar, mis piernas temblaban y me dejé caer en la cama.
Después de asearse se encaminó a la ventana y abrió las cortinas, permitiendo que la luz del sol bañara su cuerpo desnudo e iluminara la habitación que había permanecido a media luz. Después de que se bañara seguimos conversando, con excelente humor me dijo que iba a bailar para mi pero lamentablemente no encontramos una música adecuada que acompañara su perreo, así que me lo prometió para la próxima. El tiempo expiró y un besito de piquito que impregnó mis labios de rosa marcó la despedida.
¡Gracias Princesa!
Saludos a la banda
PD. Ya sé que pedir para mi próximo cumpleaños




