Para no ponerlo en el árbol que empecé antes. Básicamente me tarde nada en hablarle a Fabiola. Luego luego que escribí lo otro, y tomando en cuenta que estaba por la zona de Reforma y que mande la paciencia al carajo, pues que hablo que Fabi y quedamos de acuerdo en vernos en ese lugar donde nos hemos visto tantas veces: El Belices. Uno pide habitación de esquina para que la luz entre a toda madre, cierra las cortinas ligeras para que la luz sea natural y espera a que llegue ella. Y que llega ella. Previa felicitación y abrazo y de buenas a primeras tremendo atascón. Aclaro que estaba en toalla por lo de la bañada para no estar puerco, aunque que puerco se puso el asunto. Ya le había pedido que no trajera ropa interior por cierto. Bueno, se despoja de vestido, me arranca la toalla y a mamar, que pinche mamada mas cabrona, al fondo, tocando los huevos, ella de rodillas y yo de pie. Pasamos a la cama, sigue, pero de ladito ella, y aprovecho para tocar todo lo que podía tocar y meter mano en todos lados donde podía meter manos, o dedos, según sea el caso. Después yo a ella su oral, y manoseada, y ya mojada, le pido me enfunde y se trepa, de cowgirl. Ver su cuerpo así, delgado tonificado, durito, las pompas duras, el asterisco listo, y bueno, agarrando tetas, manoseando trasero, besotes atascados, y cambiamos a misionero, y a cuatro y a todo. No me dio tiempo de volver a probar ese *, pero que buena esta la neta. Fue una sesión larga y nada tediosa. Literalmente el servicio es hard, muy, muy hard. A todo dar. Bueno, fue bueno mandar la paciencia bien lejos, nomás de acordarme se me volvió a antojar. Saludos.