Una noche con Valerie_Belucci (Escorts)
Comenzó a obscurecerse la tarde y no precisamente por las nubes que repentinamente cubrieron la cuidad... la chica con la que habÃa quedado de verme me canceló de último minuto, justo antes de que entrara al hotel. Como no me podÃa quedar con las ganas de disfrutar a una mujer, procedà a buscar a alguna que pudiera entrar al quite... a veces es complicado conseguir a una chica al momento, ninguna me respondÃa. Finalmente hubo una que si estaba disponible para mi Valerie_Belucci en sus fotografÃas se veÃa espectacular por lo que la tarde comenzaba a pintar mejor.
Sus mensajes desde un comienzo eran muy alegres, más de lo que normalmente escriben apuradamente las chicas. Desde ese primer mensaje me puso de muy buen humor, habÃa algo especial en ella. Después de intercambiar algunos mensajes más surgió una palabra que desconozco... no era mexicana sino venezolana. La incertidumbre comenzó a invadirme, ya que mi experiencia con las sudamericanas no ha sido la mejor, suelen cobrar más que las mexicanas (esta no fue la excepción: $2800) y no me han dado un servicio extra que justifique ese sobreprecio, incluso he recibido mal servicio de una que se molestó por mi sudor ¿que esperaba que pasara cuando dos personas hacen el amor? Basta decir que esa escort ya no anda por aquÃ. Ya estando en la habitación tomé una ducha y a esperar impacientemente a la que serÃa mi pareja de travesuras. Ella no tardó en llegar con una aureola de buena vibra que hasta iluminó la habitación que se encontraba a media luz. Ella es muy joven y bajita de estatura, pero con una escultural figura que trajo emoción a mis ojos,. Comenzamos tomandonos un caballito de tequila para entrar en ambiente rapidamente. Comenzamos con unos besos tiernos, yo me detenÃa por momentos para contemplar sus bellos y finos rasgos... que hermosa era, la clasica reina de belleza venezolana, también hablábamos, saber parte de lo que piensa y siente es parte de lo que más me gusta y me excita en una mujer y ella se prestaba muy bien para ello. Seguimos besándonos mientras quitaba cada una de sus prendas las cuales parecÃan hechas a la medida de ella, cada parte le ajustaba perfectamente. Comencé a explorarle su cuerpo, su tersa y morena piel en mis labios, dulce sabor del trópico. Conforme bajaba por su cuerpo la excitación subÃa, llegué a su delicioso clÃtoris sabor a frutas, lo chupé, lo sorbÃ, le di mil vueltas con mi lengua, el sentir como se estremecÃa al ritmo de sus gemidos fueron una motivación extra, la experincia se estaba volviendo épica. Una vez que ella terminó llegó el momento de la segunda parte de la diversión, con sus piernas en mis hombrós comencé a penetrarla profundo, admirando cada uno de los gestos de placer que su rostro mostraba. En lo personal mi mayor placer es verlas disfrutar, es cuando pienso que mi dinero fue bien invertido, mucho más cuando ellas le ponen también mucha enjundia, cuando ellas llegan es como haber ganado la copa del mundo. Que bella es ¿acaso no lo habÃa dicho antes? Procedà a realizar todas las variantes posibles de la posición del misionero pues no querÃa dejar de ver ese rostro angelical. Me di gusto con ese cuerpecito que lo puedes mover a tu antojo con toda facÃlidad. Ella me pidió que lo hicieramos de perrito porque le encanta esa posición. Su excelente trasero hace exitante esa posición, ver ese par de asentaderas llegando una y otra vez hacia tà esmaravilloso. Procedà a hacerlo primero arremetiendo lentamente, subiendo gradualmente de intensidad, de igual forma fueron incrementando sus gemidos, esa es la clave con Valerie... nuevamente llegó, y mi felicidad se multiplicó. Volvimos a seguir amándonos hasta que ella me avisó que nuestra sesión habÃa terminado. Para mi lo que parecieron quince minutos fue una sesión completa, gozarla tanto hizo que el tiempo se detuviera. Quedé sumamente satisfecho con ella, es agradable muy hermosa, tiene una chispa contagiosa que te envuelve. Una vez que nos despedimos con la promesa de volvernos a ver sucedió el dato curioso de la noche. Al abrir el portón de la villa, entró otra escort que se equivocó de villa y me dio un beso a lo cual no me iba a negar... cuando le aclaré el error nos atacamos de risa los dos... lo que pintaba como una tarde fallida se convirtió en una noche para no olvidar.




