Camaradas del colchón y colchoneta, en las últimas semanas ha habido mucha charla sobre las chavas negras y aunque tiene algunos detractores, en mi opinión injustificados, me decidí a llamarla después de que un camarada la señaló como jarocha calenturienta. Si tienen dudas o andan de chismosos chequen su twitter, ahí se aclara todo: @GloriellaMore. Si solo les gustan las modelos, pues no pierdan su tiempo leyendo esta reseña.

Aquí va mi experiencia. Como solo viene por temporadas y en este caso se quedaba solo hasta el viernes me decidí por ella. Me contestó rápido, le di la hora y me pidió confirma una hora antes. Después de mandarle el número de habitación llegó en 3 minutos.

Traía un vestido rojo, sin nada abajo. Bonita normal, bien arreglada, trae el pelo planchado y no afro, huele a chocolate delicioso y tiene una sonrisa chingona. Alta como de 1.7 m, teclas operadas pero bien hechas (no muy grandes, no están duras como de titanio y bastante sensibles), trasero redondo natural aunque retocado (me he tirado a varias "amigas" que no andan en el talón que se arreglaron las nalgas con su propia grasa y les han quedado muy bien, de buen tacto y sin marcas), algunos tatuajes (claro a mi me gusta ese estilo), abdomen plano aunque con algunas marcas como de estrías.

Después de una brevísima presentación, se arrancó a ponerme unos becerros de tiernos a atascados con determinación, me encueró y se empezó a tragotonearse al catador de vaginas, bien ensalivado, profundo hasta tragárselo o solo en el glande para que te retuerzas. Le gusta llevar la iniciativa pero como a mí me encanta hacer y deshacer le correspondí con chupadas y besos por todos lados. Mientras pedía los condones no dejó solo a mi amigo y se lo comió desde múltiples posiciones. Ya enfundado comencé a darle duro y tupido, ella acostada boca arriba y yo de pie. Aprieta chingón, gime y grita, no mucho pero suficiente para para agregarle motivación y se masturba mientras se la dejas ir. Estuve así un rato hasta venirme.

Terminó el primer toro, me quitó el condón y ni tarda ni perezosa regresó a seguir con los becerros y a atascarse con el invertebrado. Yo me tardo algo en recuperarme y rara vez me echo dos palos en una hora pero esta morra estaba de aferrada. En algún momento me dijo ¿quieres que me venga? voy a masturbarme y chúpame las tetas. Y se dedió duro hasta retorcerse. Dije ahora voy yo y le repetí la dosis con una presión de moderada a intensa en el clítoris hasta que se destornilló. Cuando ya le está gustando suelta alguna grosería. Esto último me prendió y me devolvió el favor con unas mamadas con manuela de antología hasta que volvió a sacarme el veneno.

Buena plática, buena onda. Me contó que hace un año alguien de la CDMX la estuvo acosando y hablando mal de ella, algún súper ardido. En mi opinión excelente relación costo beneficio, no es una modelo pero está muy rica, es apapachadora y con iniciativa.

Felices brincos

Don Tigran Petrosian