Cuando llego la prestadora del servicio sexual, dijo que no podía darle el chiquilín diciendo que lo tenía floreado, porque un hombre de gran maldad se lo había lastimado, el incumplimiento fue de la escort, ya que hizo gastar en el Uber y el hotel al acusado, el Cuál al sentirse defraudado exige le de el chiquilín o le pague lo gastado. La sentencia es inapelable el culpable es el padrote que para no perder el cliente ofreció el chiquilín al iracundo cliente. Por lo que se condena al padrote a que le metan un consolador por el culo, por andar ofreciendo un culo que no le perteneces y al iracundo cliente se le deben restituir sus derechos y publicar en la página como no reportado, ya que exigió su derecho, pero se le exhorta a no exigir de manera violenta el derecho que tenía de exigir ese sabroso chiquilín de la mentada Ximenita, que una vez recuperada de su esfínter cumpla con lo prometido al defraudador cliente. He dicho.