Avenida San PALO, esquina con Jesús María: Hay una negra, pero negra en serio, para acabar pronto: es negra color carbón. Y estoy por completo seguro que el término “cambuja” se ideo pensando en las putichicas del color de mi recomendada: es una negra imponente: de estatura con algo así cómo el metro setenta (con tacones), dentro de su estilo tiene un rostro muy guapo, tremendas tetas, un imponente trasero y unas piernotas magníficas, todo natural y opulento nada de implantes ni tonterías de ésas. Anda representando el papel de “diva”. ¡Pero qué sé yo!: será tal vez mi forma de expresarme, será mi puteríl apariencia, lo único que sé, es que al notar el tipo de personaje con el que se había topado, le bajó de “ínfulas” (pero eso sí, ésta señorita suripanta y cambuja por ningún motivo quiso rebajar su arancel de menos de 270 morlacos).

Ya en las acciones, comenzó un poco fría pero más adelante yo logré aumentar la temperatura del encuentro, al final la dejé bastante “chapeada” (si así se le puede decir sobre todo por el color de su cutis y despeinada, jajajajaja), y ya ustedes saben el numerito de siempre: por otros cien bilimbiques me ofreció desnudo integral reglamentario, una mamada (con el guante puesto) con esa boquita que esta hecha para eso: dar excelentes mamadas (por supuesto mis tompiates incluidos). En la jodienda propiamente dicha es bastante tradicionalista solo aceptó lo usual: “estilo misionero”, “de a perrito” (que posteriormente pasó a ser la clásica “chivita en precipicio”), “la cow-girl”, pero NO quiso hacer posiciones de “fantasía” qué según porqué YO la podía lastimar (sin embargo, solo atiné a pensar para mis adentros: “pero… nena: sí en cualquier mal movimiento, él que en todo caso puede salir lastimado sería YO” jajajajajajaja), ¡En fin!... para rematar la puse a cabalgar, para de esa forma poder terminar con ese par de magníficas tetas negras bamboleándose contundentes sobre mi rostro y ver esa carita de labios carnosos y mamadores y ver cómo entrecerraba esos ojazos y escuchar los típicos “sinceros suspiros” (jajajajajaja), y terminé con una descomunal eyaculación y sintiéndome cómo todo un campeón.

¡Ah sí, su putinombre!: Ustedes me disculparán, pero ni siquiera se lo pregunté (lo siento, en esos momentos yo estaba demasiado verraco cómo para andar preguntando putinombres, jajajajajaja), pero la chica es in-con-fun-di-ble: sólo busquen a la putichica negra más potente de ese tramo de calle, qué muy bien puede ser la mejor de todo el barrio (y de todos sus alrededores), sí acaso tienen alguna duda les recomiendo aplicar la siguiente estrategia: Pueden pasar circulando lentamente para ubicarla, y en el siguiente recorrido por el mismo sitio entonces sí contratar de sus putiservicios.

Se las recomiendo ampliamente.

¡Ajúa!, ¡Salute! y agur (pero menos a los putos).
PD: Se escuchó la voz cascada de un ñerito del viejo barrio: “Negra: TE VAN A PONER DE A PERRITO” (y… así fue, así fue).
http://elalmanaque.blogspot.ru/2008/04/las-cosas-y-sus-nombres-mestizaje.html