¿A cuántos de nosotros nos ha sucedido que cuando estamos en un encuentro, en la habitación de al lado hay una mujer dando un concierto de gemidos y eso te prende todavía más?

Escuchar gemir a alguien puede ser tan excitante, tan glorioso o simplemente tan desafortunado… como escuchar un a alguien tocar un saxofón desafinado.

Cuando gemimos damos señales que nos ayudan a depurar nuestras artes amatorias, nos sirven para saber si vamos bien o debemos aumentar la intensidad, cambiar el ritmo, volver a empezar etc.

Presumo que esto es como una visita guiada, por lo tanto cuando una mujer gime es porque está sintiendo algo que con palabras le es difícil expresar, es por eso que debemos afinar el oído, pero cuando los gemidos se pasan de intensidad, de tono o de… contexto, son molestos hasta lo irritante, es ahí donde dan ganas de poner mute y por eso se me antojó escribir esto el día de los inocentes.

He visto que muchos caballeros toman servicios para practicar sus mejores faenas sexuales con una escort y luego van con sus parejas fijas a hacer una mejor actuación y eso es una excelente idea para mejorar el performance.

Tengo que confesar que yo no le creo mucho a los gemidos y sospecho que todos alguna vez hemos pecado de inocentes cuando escuchamos estos sonidos y nos podemos confundir con facilidad, en especial si es la primera vez que estamos con una persona.

¿Cómo podríamos entonces diferenciar un gemido de dolor a un gemido de placer?
¿Cómo podríamos saber si lo que hacemos durante nuestra práctica sexual está bien?

Imagínate como un ejercicio que por un instante: Eres sordo o que tienes una relación sin sonidos.

¿Qué harías?

Muy sencillo, el resto de tus sentidos haría el trabajo, deberías estar más atento a otras señales corporales, eso en el entendido de que quieres quedar bien con dicha pareja.

Sin minimizar al gemido y demás sonidos que se pueden interpretar como fingidos… para saber si lo que haces está bien, bastará con observar como se eriza la piel de tu pareja, hacer un pequeño masaje en la espalda… comer y compartir partir una fruta durante el acto, dar y recibir besos profundos y en algunos casos, observar la mirada lasciva a través del espejo, de frente, o cuando recibe sexo oral te sirven también para comunicar y resulta mucho más excitante, íntimo y difícil de conseguir.

Oler y sentir la inminente humedad de una pareja siguen siendo de los mejores avisos que nos puede dar un cuerpo y así dejar de darle un valor superior a las cuestiones acústicas...

Besos sin gemidos, Afrodita