Lia de baires podrÃa llamarse la coje viejitos y no es que yo esté tan grande pero creo que le llevo por lo menos 30 años y les presumo el palo que nos echamos (General)
Quedamos de acuerdo y todo listo para recibirla asi al entrar a la villa nuestras miradas se encontraron con una sonrisa de complicidad que encendió mi deseo al instante ya instalada nos saludamos bien con un beso y abrazo y en ese beso y abrazo sentà una mezcla de lujuria, ternura y deseo lentamente nuestros labios se separaron, asi la juventud de Lia y su espontaneidad fueron un detonante de mi lujuria la diferencia de edades le añadÃan una perversion especial a nuestro encuentro.
La desnude poco a poco mientras nuestros cuerpos se exploraban con ansias y caricias, ya sin ropa pase mi boca por todo su cuerpo hasta quedar mojado con sus jugos y ella hizo lo mismo hasta que me puse un condon para dar rienda suelta a la lujuria, cambiamos de posición varias veces, arriba, abajo en 4, descubriendo nuevos rincones de placer y dejando que mis perversiones se desbordaran, finalmente de misionero llegamos al éxtasis compartido.
Después de experimentar la plenitud del encuentro con una belleza 30 años menor, nos recostamos juntos disfrutando de la relajante sensación que viene después de un buen palo. Las palabras eran innecesarias para expresar lo que disfrutamos minutos antes y en la tranquilidad del momento compartimos caricias y miradas llenas de complicidad.
Asi que la lujuria que vivimos en ese momento es algo que se puede y debe presumir.




