Y que regresa Juli, y que le llamo inmediatamente.
Llegó al Roma Amor con un vestido suelto, corto y tacones. Como siempre que nos hemos visto, casual y con buen gusto. Casi no cruzamos palabras, nos acercamos y nos besamos, lento e intensamente. Yo no dejaba de acariciar sus tetas y nalgas y ella sobaba con su mano a mi miembro sobre el pantalón. Desabotoné su vestido que cayó al piso, se quitó el sostén y me miró sonriendo. Nos seguimos besando, parados frente a la cómoda. Acariciaba sus tetas y las chupaba mientras sus manos sacaron a mi miembro para masturbarme. Traía una tanga con perlitas. ¿Y eso?, le pregunté. “Es que al caminar las perlitas me tallan mi rajita, y pues ya ves, llegué bien excitada”. Me hinqué de frente para quitársela y comerme su cuca, y efectivamente ya estaba bien mojada, siempre limpia y con un delicado y agradable olor. Abría las piernas y empujaba mi cara con sus manos contra su pubis gimiendo y diciéndome que siguiera así. Luego ella se hincó para mamármela. Bien ensalivada, hasta el fondo y con ayuda de sus manos. Mientras, para distraerme un poco y no venirme, le hice conversación. Le dije que se me antojaba un anal. Se detuvo y me dijo al oído: “va… pero te vas a tener que esforzar, dilatarlo bien antes de que me la metas”.
Me llevó a la cama, me tiro de espaldas y se montó sobre mi cara, tallándose primero lento y luego rápido. Sus jugos recorrían mi cara y sus gemidos se intensificaron. Luego,
se puso de perrito sobre la cama, con las nalgas levantadas y abiertas con la ayuda de sus manos. “Ahora me lo vas a besar, chupar, lamer y escupir” Puta madre, estaba bien caliente y ya quería penetrarla pero me aguante. Se lo comí un buen rato, luego le metí un dedo, luego 2. Yo ya quería, pero me dijo que aún faltaba. Sacó un plug y se lo ensartó lentamente. Yo mientras me la jalaba. Luego se aceró para chupármela hincada sobre la cama mientras le introducía y sacaba el plug. Me puso el globo y de perrito sobre la cama me ofreció el culo, se sacó el plug y me dijo: “es todo tuyo amor” y pues hasta el fondo. Entró como cuchillo en mantequilla. “Así amor, así” me decía la muy golosa. Yo la nalgueaba y seguía bombeando. Luego le pedí que se sentara de frente sobre la cómoda, de espaldas al espejo, y así de frente se la volví a ensartar por el *. Esta posición me encanta por que puedes verla de frente. Apretaba sus labios, fruncía el ceño y gemía rico. La besaba y apretaba sus tetas sin dejar de bombear. Que rico se veía entrar a mi amigo. Juli se masturbaba y me decía: “que rico, que rico, ¿te gusta mi amor?”. ¡Cómo no me iba a gustar! Pasamos a la cama y se montó sobre mi en cuclillas. Se le metía hasta el fondo. Luego con las piernitas al hombro. Ya sentía que me chorreaba y se lo hice saber. “Aguántate que quiero comerme tu lechita” me dijo antes de quitarme el globo y chupármela hasta que le descargué todo.
En mi experiencia Juli es garantía de pasar un excelente rato. Yo aquí los dejo por que ya nada más de recordar me voy a jalármela.