Decidí estas últimas semanas de vacaciones disfrutar de mi tiempo con una escort.
Valoré la oferta en la página de Baires y me decidí por Ivana. Quien conoce a esta dama sabe que es garantía de un buen servicio. Desde años atrás los asiduos a estos menesteres, sabemos que usaba otro nombre, a mi ya me había convencido desde entonces de su espléndido trabajo.
Así que la contacté y como ha pasado con anterioridad muy atenta me respondió y quedamos para encontrarnos en el hotel Liebe allá por Revolución cerca de la avenida Barranca del muerto a las 12 horas de un día martes.
Expectante la esperé en esa primera ocasión tardó unos 20 minutos. Mientras llegaba miraba en la TV el programa del “conejito” tratando de mirar alguna nuevas locuras eroticas para practicarlas con Ivana. Súbitamente escuché el toc toc en la puerta y entusiasmado abrí, Ivana bien vestida y maquillada me regaló una sonrisa y un hola pasó y cerré la puerta y de inmediato nos abrazamos y nos trenzamos en una tanda de besos apasionados, nuestras lenguas se encontraron varias veces y los labios húmedos se buscaban para acomodarse y comunicar los deseos que habían esperado varías semanas. Pequeños mordiscos para ir calentando nuestros cuerpos. Poco a poco fui desabrochando su blusa y propiciando que sus senos se insinuaran abultados debajo del sostén que rápidamente fui desprendiendo de su cuerpo y comenzar a alternan besos bien dados en la boca con caricias, besitos en sus pezones alborotados y erectos esperando succionarlos y tratar de subir más la calentura. Mis manos comenzaron a acariciar su espalda ya desnuda y no resistí acariciar sus bubis grandes. Acaricié su vientre y baje su pantalón y manosear su entrepierna. Ella también abrió la bragueta de mi pantalón y comenzó a manosear mi miembro. En chinga nos desvestimos me quedé en calzoncillos y ella con su mini braga. La intensidad subió de tono, ensayé todo tipo de caricias por su cuerpo ella también. La recosté en la cama y me acosté sobre ella y le tallé mi miembro sobre su monte de Venus, fuera braga y los roces y el movimiento encima de ella sin penetrarla subieron de tono. Luego le acaricie su clitoris y acerque mi boca y con mi lengua deguste su vagina, riquísimos suspiros y gemidos aparecieron. No pares sigue y poco a poco llegó su clímax, la piel de sus nalgas y piernas se puso chinita su vagina secreto sus jugos y yo entusiasta continué masturbandola. Ella volvió a su clímax. Yo le pedí el oral y solicita me lo hizo, ensalivó mi pene lo acarició y se lo comió lo mamo un buen rato. Me puso el condon. Se montó en mí y se acomodó a mi amigo en su vagina. Yo acariciando sus preciosos pechos ella gozando y pidiendo más. Por unos minutos seguimos. Cambios al misionero y ahí terminé. Felices liberando endorfinas y otras sustancias suspiramos y poco a poco volvió la calma. El segundo luego de una plática fue similar al primero, mamadas y más mamadas terminamos desde luego felices. Más de una hora cogiendo y cogiendo y mucho más. De diez sin pensarlo le dije te busco pronto tomó su regalo y se retiró