"Exorcismo encajetado"... (No recomiendo)
...Cuando el diablo me quiera llevar
Y la muerte este rodando cerca,
Cuando mi alma tenga que entregar...
...Condenado por las tentaciones,
Cuando ya no tenga a quien amar...
...La lujuria y la alucinación
Me hacen perder la razón...
Fragmentos A. Sintek...
Basado en un hecho real ocurrido el 21 de enero en el D.F. a las 16:15 hrs.
El reverendo Testovich en traje negro sube por el elevador, carga consigo en su mano derecha un maletÃn color del alma más impura...simples herramientas de trabajo...se mira al espejo, su preocupación es notoria, un espÃritu maligno habita en el cuarto 102 de la Villa de la perdición...el consejo religioso dÃvico hormonal le ha encomendado una nueva sustracción endemoniada.
Dentro del cuerpo de una bella mujer se asoma AGUSTINIAHN alma malévola proveniente del infierno gaucho...cara preciosa casi sin maquillaje, cintura breve, abdomen angelical (aparente ) trasero carnoso y tentador, piel blanca la cual hace burla a la pureza, cabello rubio, senos coronados por pezones rozagantes...todo un pecado por librar.
El rito comienza y el reverendo es abordado por la boca de la fiera cuya humedad se introduce dentro de la daga religiosa de placer...la somete con su lengua y llega hasta la base y pelos impregnándola de saliva agripada y asquerosamente enferma...Testovich se deja llevar y lanza frases para rechazar la perdición:
“...Haz llegado a lo más profundo del alma y ahà te quedarás hasta escupir tu maldad”...
“...Chupalum...reciclalum...tragalum”...
Levantase el espÃritu de la cama... se lanza hacia la lanza...lo rocÃa de un gel verdoso y lubricado que talla en la daga...respira profundo y se rÃe...comienza a mover las caderas arrancando un gran suspiro del reverendo...sus gritos se escuchan fuertemente...los crujidos de la cama causan un tenor fonético desenfrenado...el mal está venciendo al hombre...
La daga protegida en plástico lanza su elÃxir celestial color frenesÃ...al retirarla el reverendo se da cuenta que acompañado de dicho elixir un rastro de sangre aparece...él se da cuenta que la mujer ha llegado a los dÃas de sacrificio...a los dÃas del infierno femenino.
La mujer continúa en la cama contorsionándose de placer orgásmico...él se dirige hacia el lavatorio para ver aquella roja consistencia sobre el látex...dirige palabras de inquietud y misterio hacia la diablilla multiorgásmica que para esos momentos mostraba un rictus de cansancio por el ritual en proceso.
Diálogo entre el bien cogedor y el mal...palabras de acercamiento...frases vacÃas...deseos fervientes de que las almas se purifiquen...
Nuevamente la daga es introducida ahora en el ano de la mujer, el reverendo ve en el espejo la verdadera silueta del demonio, la mujer sigue gritando... la toma del cabello rubio y le clava hasta el fondo su herramienta de exterminio maligno...otro orgasmo más se empalma con aquellos gemidos...saca la daga, con mano abierta retira el plástico espiritual...la mujer acerca su cara hacia el filo de aquella arma e introduce su boca en ella...el reverendo escupe nuevamente su elixir...la mujer se ha tragado la dosis para arrancarle la maldad...
La mujer lo mira a los ojos...mostrando una sensualidad ingenua que se clava en la mente del protagonista...
¡Oh sorpresa!...el plástico ha cambiado de color transparente a color mierda...si como se lee, la extracción demoniaca trajo también consigo premio argentino de consolación.
Pero eso no era lo peor... en su mano derecha quedo también aquel rastro caquense pampero, una delicada franja color café escurrÃa de la mano derecha del reverendo, rápido corrió a lavarse pero era demasiado tarde el espÃritu fecal se le habÃa metido...se mira en el espejo y sus ojos se muestran perdidos en color rojo pasión, nunca pensó llegar que eso le ocurrirÃa...la cajeta lo habÃa transformado en un reverendo cacrofÃlico...
La mujer se retira apenada y agradece aquel hombre el haberla salvado...mientras tanto Testovich yace en la cama despeinado y desnudo, no puede creer lo ocurrido...mira una parte de la sábana y se da cuenta que la cajeta dejo huella, él sonrÃe maquiavélicamente...ahora poseÃdo y amordazado por la perdición...
Cajeta Coronado que momento tan cagado y excitado...
P.D.Ha sido una decisión difÃcl el narrar estos hechos, le habÃa dicho a la escort que no lo harÃa, pero apelando a la sensatez lo hago con letras elegantes y respeto a la mujer no al oficio.
Apoya al foro, si llamas a alguna escort de cualquier sitio y viste los datos aquí,
dile que la viste en el este foro
Esto servirá para que ellas tambien participen aquí
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