Azul Tequilas de Monterrey EXCELENTE!!! Historia (Recomendaciones)
Pues para los que frecuentan la ciudad de Monterrey, les quiero platicar de una buena experiencia que pasé en Febrero por allá y precisamente en el Azul Tequilas.
Usualmente me quedo en alguno de los hoteles Best Western, para no errerle a aquello de la inseguridad, aunque Monterrey es, al igual que casi cualquier ciudad de provincia, un lugar seguro, pues unos de los hoteles está muy cerca de donde hay varios tables. Es más, acaban de poner uno nuevo en contraesquina, pero bueno, el tema es otro.
En las visitas que habÃa hecho por Monterrey, he buscado buenas opciones para diversión, y el dÃa que decidà ir al azul Tequilas, para empezar no hay cover, un mesero te lleva a una mesa y te ofrece algo de tomar. Yo llegué un dÃa que el frÃo estaba canijo, y sólo pedà un refresco para comenzar a echar un vistazo y me ofreció el mesero llevarme a una chica a la mesa. Le dije que era la primera vez que iba allà y que querÃa estar un rato viendo qué onda con las chicas, pero en eso se acercó una guerita preciosa y me dijo que si me acompañaba. Claro que sÃ, ni dudarlo. Me dio un besito y al agacharse para sentarse EN MIS PIERNAS Y DE FRENTE, me puso sus 2 preciosuras en la cara. Sintió que venÃa frÃo de la calle y me dijo "a ver, pon tus manos acá atrás para calentártelas", y pues bueno, ante el ofrecimiento, pues manos para atrás a un trasero hermosÃsimo.
Debo decir que cuando se acercó por primera vez, no pude darme cuenta de su edad aproximada por la deslumbrada de venir de la calle y las luces neón de adentro, y cuando la oà hablar, pensé, bueno, ha de tener como 35 o más, pero pues hay que conocer a alguien con tan bello cuerpo, pero como pasaba el tiempo, pues no, resulta que tiene una voz muy rasposa, pero debe tener unos 25 cuando mucho, ya al verla bien y tenerla entre las manos.
Ella empezó la plática preguntando de donde soy, si era la primera vez que iba, etc. y de repente me dice que si puede pedir una cerveza, a lo que le dije por supuesto, al fin que mientras ella se tomaba algo, pues yo me calentaba otro rato las manos y pregunté al mesero qué tenÃa de cervezas, me ofreció una jarra para aprovechar el tiempo más con esta belleza y él mismo me dio el precio. Cuando le dije que sÃ, me dijo de inmediato que si me llevaba a la cuava que es un espacio más a solas con la chica y que no cuesta nada extra. Y a la cueva nos fuimos.
Ella me dio las gracias por la jarra de cerveza poniéndose de nuevo sobre mis piernas de frente y sacando sus pechos de la pequeña blusa y diciéndome que los probara mientras esperábamos la cerveza. Volvà a poner las manos en su trasero y ella empezó a darme besos muuuuuy ricos en la boca, y se empezó a prender más y más, diciendo que le agradé mucho.
Llegó la cerveza, que el mesero sirvió para ella y le pregunté cuánto le debÃa. Me dijo que eran $250 de la jarra y $35 del refresco y me ofreció 3 bailes com ella por $100 cada uno para que él cerrara la cortina que separaba el lugar de la cueva, y pues al fin calientitos después del frÃo de afuera, pues a cerrar la cortina.
Ella sio unos tragos a su cerveza y empezó a bailar frente a mà asà con la blusa abajo y empezó a acariciarme sobre el pantalón, pero ese fue el primer baile, porque el siguiente fue de nuevo sobre mÃ, pero bajando mi bragueta. Después me pidió tocarla y otra vez los besos. Y para el tercer baile, me dijo tócame todo, y llevó mi mano directo a su vagina, abriendo y cerrando hasta que con los dedos llegué muy dentro, y para entonces ella ya me habÃa también sacado el pene y después de los besos en la boca, y de lo húmeda que ya estaba ella, ahora yo la excitaba tocando su clÃtoris y ella me hizo un oral por unos 5 minutos, del que terminó por pedirme VENTE YA, Y pues no me costó nada de trabajo porque después de ese tiempo, no era para menos. Asà pues, terminé allÃ, sobre ella.
Woooooooooooooooooooooow !!!!!!!!! No imaginaba nada de esto cuando llegué al lugar. Estuvimos platicando y acariciándonos por unos 30 minutos más y le dije que me gustarÃa verla otro dÃa pero fuera del lugar. Me dijo que la buscara como a las 3 de la mañana cualquier dÃa y que nos ibamos a donde yo quisiera. Me explicó que ya iban a ir por ella pero que me esperaba pronto.
No volvà a preguntarle su nombre, pues sólo me lo dio cuando recién llegué a lugar, pero no he conocido a nadie como ella en Monterrey. No hay pierde, la guerita de voz rasposa del Azul Tequilas.
Haciendo cuentas, $200 de la jarra, $35 del refresco, $300 de los bailes y $100 de propina que le di al mesero, fueron en realidad $635 por una deliciosa hora y minutos que me hicieron sentir el calor de monterrey en una noche de lluvia y frÃo. Para mÃ, muy bien invertidos por tal delicia de mujer.





