Mucho se ha hablado sobre si este deporte extremo es o no un vicio. Hoy con toda seguridad y con razón de causa les puedo decír que si lo es. Según las definiciones de la Real Academia de la Lengua, "vicio" es todo acto que se hace de manera compulsiva, frecuente y que pocas veces se puede reprimir. Dice además que la persona "viciosa" experimenta una serie de reacciones corporales cuando el cuerpo exige la dosis necesaria para sentirse bien.

Cuantas veces no hemos estado (al decir: nosotros me refiero a esta gran comunidad putera) con esas ansias de estar con una escort y estamos inquietos, desesperados, excitados, pero de una manera muy especial. Porque no negarán que es diferente la excitación que las Escorts provocan en nosotros que la excitación provocadas por nuestras parejas, llamense "novias" "esposas" o "amantes".

Cuantas veces no han mentido por salirse temprano del trabajo, o por safarse de algún compromiso para tener la tarde libre y marcarle a tu escorts favorita. Cuantas veces no hemos estirado el dinero o de plano endeudarnos o quedarnos sin un quinto para acabar la quincena pero eso si: una tarde de placer nadie nos la quita.

Cuantas veces no hemos sentido esa necesidad de marcarle a una escort y sentir ese extraño placer incluso antes de escuchar su voz y ponerse de acuerdo. O aún más, cuando por fín acordamos una cita y nos dirigimos al HOTEL. Que me dicen de la taquicardia al manejar al hotel, al pagarlo, al abrir la puerta, al encender un cigarrillo mientras vemos Venus Channel y sobre todo mientras vemos el reloj cada 5 minutos esperando ese sonido hermoso de la puerta: toc toc..!, y que es el preambulo de un placer que ni la droga más potente calma.

Y es que es extraño porque al contratar a una escort, se contrata un servicio no un sentimiento. Yo no le pago a una Puta para que me diga que me quiere o que me sienta amado. Lo hago por sentir algo diferente, por calmar esa lujuria que nadie entiende y que tan deliciosamente lo apagan solamente ellas. Lo hago porque seguramente haré lo que jamás haré con mi novia, porque le diré cosas que siempre quise decirle a alguien.. lo hago porque el placer dado por una escort es algo único. Su olor, su voz, el sentir que estas haciendo algo prohibido, el sentir un cuerpo diferente y compartido, el olor que despide su sexo y su aliento agitado... el olor de tu esperma en un cuerpo desconocido. En fín.

No sé cuanto dinero he gastado en PUTAS ni lo quiero saber. Posiblemente ha sido bastante pero de ese tiempo en que contraté a mi primer escort a la fecha (2 años) he tenido horas y horas de placer de las que no me he arrepentido en absoluto. Han habido experiencias olvidables, otras inolvidables, muchas encantadoras, pero todas ellas placenteras. Y si dicen que el deporte extremo es un vicio me declaro VICIOSO y digo: Ah que rico vicio.