Tienes razón, en México se lee poco y en América Latina el nivel de lectura es muy bajo, apenas un libro per cápita al año y curiosamente, quien lo hace posee diferencias abismales sobre los demás.

Los libros además de ser grandes amigos son fuentes de inspiración, aportan conocimientos, amplían los horizontes del pensamiento, fomentan la capacidad de concentración, desarrollan la inteligencia, despiertan la curiosidad, quienes los frecuentan tienden a redactar mejor, a tener mejor ortografía, sobre todo se aprende a tener respeto por las ideas ajenas.

Como dice el mismo Fadanelli, algunos libros están encaminados a una sociedad deprimida, para satisfacer una demanda del mercado y son una especie de medicina simbólica, o como lo resumiríamos entre amigos: “Solo son libros para cagar”

Más allá de su línea, ayudan a algunas personas que están buscando respuestas a todas sus incógnitas de depresión y aislamiento. Finalmente eso es mejor a que lean cosas menos profundas como: Lágrimas y risas, La familia Burrón, Kalimán y Chanoc.

Un abrazo y besos, Afrodita

PD: Como te dije antesÂ… Me encanto mi calaveritaÂ… GRACIAS!!!