En realidad es una reseña atrasada que por la vorágine de finales de diciembre dejé de postear, pero hoy que vi en la página la foto de Gaby con el culito levantado y la mirada invitante consideré bueno ponerla:

Sucumbí. Sucumbí al discreto encanto de las fotos de esta chica que un día, así como si nada, aparecieron en la página. Cómo negar las razones: esa cara niña rematando un cuerpo recién vuelto de mujer, demasiada tentación. Y esa mirada en todas las fotos, discreta, que no es lo mismo decir candorosa, ni pudorosa, mucho menos tímida. No, solo discreta, como cuidándose de mostrar, de dejar ver el calor que encierran esas tierras caribeñas de donde ha llegado esta sobrina del tío Hugo.

Además alguien había puesto que ostentaba 19 años. Mucho morbo, y encima parecía que todo mundo se había lanzado ya sobre la presa. Y justo en el día anterior había decidido iniciar una especia de “lolita tour”. De hecho tenía planeado un evento con tintes de fantasía, y había seleccionado otra protagonista, pero X o Y razones el asuntó se cayó.

Pensé entonces en la opción G, o sea Gaby, dudé si podría contactarla, al parecer debe estar muy solicitada, le debe de estar dado hasta por… Pero no estaba de más preguntarme a mí mismo: “¿Te sientes con suerte hoy>” No esperé a contestarme, solo marqué y me contestó. “¿Cuándo podríamos vernos>” “Pues ahora estoy desocupada.” Así las cosas quedé con ella y me desplacé al siempre inquietante Lua, no sin pensar que no me había gustado del todo su trato telefónico, me pareció un poco seco si no es que rudo, pero luego recordé que eso suele pasar con las nativas de Venezuela, en el teléfono no suenan muy lindas, pero luego eso cambia en el cara a cara.

Bueno, ella no fue la excepción, bastante alivianada, platica sencilla ligera, sin prisas pero tampoco mucho preámbulo, ella decidió cuando fue momento de la acción, pero no de una manera forzada, no como esas meretrices que quieren apurar todo , tomar su lana e irse. Y no fue así porque empezamos con una larga sesión de beso, caricias y cachondeo. Mientras poco a poco nos quitamos la ropa, era una secuencia alternada, algo de cachondeo luego algo de ropa. Trató bien al testigo de mi virilidad, fue un oral lindo, una parte sin, pero nada espectacular. Lo que es de destacar es el trabajo que hace a mano, lo cual a veces ni se menciona, pero el suyo es especial, digamos que domina bien el muñequeo, lo cual si lo combinamos con la estimulación oral pues da sensaciones dignas de reseña.

Lo que siguió estuvo bien, continuamos con muchos besos, y fue una sesión prolongada a través de varias posiciones, tampoco nada acrobático, no era el caso. Fue un buen round pues. Así que el que guste: adelante.

Ahora bien, en aras de la objetividad también debo decir que las fotos son un elemento de fantasía, lo cual a estas alturas no debe sorprender a nadie, lo que quiero decir es que la tersura visual que en ellas se encuentra es una puesta en escena electrónica. No estoy diciendo que no sea joven ni linda, lo es. Lo que digo es que las fotos luego suelen crear una fantasía exacerbada. También, en las imágenes luce más delgada de lo que es, más finita digamos, de nueva cuenta, no estoy diciendo que sea gorda. Luego es difícil exponer este tipo de cosas, a ver qué piensan.