EL DIABLO Y YO NOS ENTENDEMOS

El diablo y yo nos entendemos
como dos viejos amigos.
A veces se hace mi sombra,
va a todas partes conmigo.
Se me trepa a la nariz
y me la muerde
y la quiebra con sus dientes finos.
Cuando estoy en la ventana
me dice ¡brinca!
detrás del oído.
Aquí en la cama se acuesta
a mis pies como un niño
y me ilumina el insomnio
con luces de artificio.
Nunca se está quieto.
Anda como un maldito,
como un loco, adivinando
cosas que no me digo.
Quién sabe qué gotas pone
en mis ojos, que me miro
a veces cara de diablo
cuando estoy distraído.
De vez en cuando me toma
los dedos mientas escribo.
Es raro y simple. Parece
a veces arrepentido.
El pobre no sabe nada
de sí mismo.
Cuando soy santo me pongo
a murmurarle al oído
y lo mareo y me desquito.
Pero después de todo
somos amigos
y tiene una ternura como un membrillo
y se siente solo el pobrecito

Jaime Sabines

En esta comunidad virtual, en donde somos un grupo de usuarios componemos un microcosmos social que se interrelaciona de alguna manera y remedamos grandes grupos sociales en los cuales adoptamos distintos papeles y tareas específicas como el de líder, portavoz, chivo expiatorio, saboteador, etc. a mi me encanta estar aquí y formar parte de él.

Aquí es donde el Sr. Gonorrea con todas sus cualidades ha ganado mi corazón, pues a pesar de lo muy despreciable y poca cosa que le parecemos todas las SS, siempre está en búsqueda de experiencias intensas, se mantiene cerca, procura nuestro calor y también lo que él cree que es un merecido maltrato darnos y se toma el tiempo… escribe sus interesantes experiencias que han hecho que muchos le tengan respeto y admiración. Es tan diestro, que con los mismos incomoda y hasta ofende a otros (as) pero para mí, en su muy particular estilo es fantástico.

Es el elemento que proyecta sus deseos sexuales agresivos hasta lo perverso, ejerciendo entre sus simpatizantes un liderazgo porque polariza la carga de efectos negativos del grupo. Su papel es importante aunque a veces recalcitrante, pero siempre tan encantador que logra provocar a quien lo lea.

Para mí, es tan tierno como el aquel que es ateo gracias a Dios.

Un beso y muchos cariños para Gonorrea de su principal admiradora, Afrodita