El sabor de Alyona (Escorts)
Asà como a muchos nos gusta imaginar la textura y tamaño de una teta, la redondez de un culo o la firmeza de unas piernas a través de la fotografÃa de una escort... yp también suelo imaginarme el sabor del sexo de una mujer.
En el caso de Alyona, el hallazgo fue por demás grato. No sólo porque mientras me regalaba un oral digno de una experta –suave y profundo en momentos, rápido y juguetón en otros-, al acariciar su entrepierna disfruté la sensación de una humedad casi inmediata; sino porque pareciera estar segura que lo que guarda entre sus piernas, es un verdadero manjar.
AsÃ, una vez que me deleitó con sus labios, me dispuse a devolverle el favor como si lo que estaba frente a mis labiosse tratara de una creación culinaria. Y no exagero en la metáfora. La flor vibrante que probé esta noche tiene el sabor dulzón que invita a devorarlo de arriba a abajo. El almizcle que apenas se diluye en la lengua e invita a la susodicha a mantener abiertas sus piernas hasta que la textura de su clÃtoris y sus labios se diluye cada vez más con su éxtasis.
Puedo apostar que a muy pocos, incluso inexpertos, les podrÃa hastiar la degustación de esa entrepierna –que para mi gusto es adictiva.
Los exorto a este ejercicio con Alyona, cuyo reluciente y delicioso sexo disfruté por largos minutos. Y quien a pesar de esa pulcritud, me regaló esta frase que suena irónica tras lo relatado: "en la mesa todo debe ser limpio, en el sexo, todo debe ser sucio". Gracias Alyona, hasta la próxima vez.




