Ya que el foro me bajó las pretensiones de acercarme a una casada, y yo les hice a caso a la mayoría, la semana pasada me fui en efecto a bajarme la calentura a umo de mis lugares favoritos, el Calígula. Qué mujeres tienen ahí! Especialmente es un agasajo meterle mano a tres niñas, Yanine, de 24, guerita de lujo, Desireé, barbie morenita tan guapa ella, y Tania, de 20 y cuerpo de diosa, cachonda y adelantada a su edad. Mmmmh qué rica velada con ellas. Pero como ahí es demasiado caro pasar más allá del privado, y no me iba a quedar con las ganas, pasé a hacer la faena completa con Lizbeth, la chica de Tlalpan de la que antes escribí, apretadita, sencilla, morenita, pero qué rica, con su lozana juventud y su pulsera atada al tobillo. Sólo veía su mano haciendo fuerza contra el buró para resistir mis embestidas, y acomodando las piernas para hacerme venir a todo lujo. Esta niña es superlimpia, huele siempre muy bien y me ha dicho que ya sólo va a estar dos semanas, pues el negocio con su madrota no le conviene. Después sólo atenderá por teléfono, ya tengo su número. Si me autoriza a ponerlo lo compartiré en el foro, y desde luego le comentaré de la página por si se anima. Por lo pronto ya va a atenderme esta semana de forma personal, pues el negocio en Tlalpan es pura rapiña.
Ahora bien, a pesar del goce tenido con estas cuatro nenas, de todas formas mi compañera de trabajo no deja de despertar mis bajos instintos. Resistiré, creo, para no volver a arriesgarme a ser perseguido por un marido celoso. Pero de que prende, prende. !Cómo es adictivo esto de gustar del sexo de las mujeres! Ustedes saben cómo curarse de eso>