El placer lésbico que brindo (General)
“G” me llamó hace un mes para atender a una de sus amigas y les conté que fue su primera vez, aquí dejo el link para los que no lo recuerdan: https://www.sexoserviciodf.com/index.php?id=410779
Parece que a él le complace sobremanera ésta práctica que realiza frecuentemente con diferentes parejas sexuales:
Les gusta conquistar mujeres, enamorarlas y tenerlas en todas las formas posibles, lo digo por lo que he podido observar y porque al principio no lo entendía. Él además de poseerlas, va sondeando sus inquietudes y cuando están enamoradas a tope, busca disparar sus pulsiones más íntimas solamente para ver lo que puede pasar y en ese aspecto también poseer lo que ocurre con ellas…
Ahí es donde entro yo... (felizmente)
Ahora sucedió en Cuernavaca, en el lugar pactado recogí el efectivo para ir al City Market a comprar los detalles restantes de última hora, en especial las dos botellas de vino español. Después hacer check-in en el hotel, preparar la habitación, los aceites, las sales, las escencias, poner a enfriar el vino, preparar la cama profesional de masaje, cambiarme de ropa y esperar a que llegaran para divertirnos en grande.
Llegaron tomados de la mano. Una mujer de cabello dorado, ojos color miel, tez rosada de aproximadamente 1.70 cm. Llegó bastante ingenua a mi territorio, para vivir lo que no sabía que le gustaría ardorosamente. Entramos a la habitación y él se acomodó discreto a esperar, supuestamente a leer algo que traía consigo.
Una vez más, la cama de masajes fue protagonista del evento y es que:
¿A quién no le gusta que le den un buen masaje?
Él le dijo: “Mira linda, ella te va a dar una buena terapia”
Entonces sugerí el vino para empezar a romper el hielo y platicar un poco de todo y de nada, (mentalmente comencé a contar ovejas para estar en calma y darle tiempo al vino que ella se tomó) hasta que pude ver que el rubor comenzó a asomarse en su rostro, así supe que era el momento de acostarla boca abajo y comenzar a sensibilizarla, puse una almohada bajo sus caderas para poder mejorar la postura que me ayudaría a poseerla en el futuro… el aceite corrió por su espalda hasta sus nalgas, el masaje desde su cabeza empezó a relajarla, su nuca y ese pliegue que se forma en donde las nalgas y los muslos se hacen uno, fueron la clave.
Cuando estaba justo sobre sus nalgas comenzó a moverse despacio, pero como si estuviera masturbándose, en realidad yo no esperaba que fuera a suceder así y me quedé sorprendida de ver su reacción, tal vez fue la combinación de la música y el resto de la atmósfera pero eso hizo que ella abrirá sus piernas ligeramente y me pidiera con esos movimientos que fuera más lejos…
Fue ahí que tuve que buscar la aprobación de él para continuar, con una seña me autorizó el avance y así fue como pude tocar su cetro sedoso que pedía mis estímulos. Ella se dejó llevar pero al mismo tiempo, era quien me llevaba de la mano por el sendero de su placer personal hasta que llegó el primer orgasmo y cuando parecía que todo iba a terminar entre mis manos llegó él, se montó a la cama de masaje y la sorprendió penetrándola frente a mis ojos mirándome con una enorme sonrisa lasciva.
Admirada, en ese momento comprendí que él era el origen, el principio y el final del placer de sus mujeres, a las que posee y es capaz de proveer hasta lo que en teoría no es su materia, “el placer lésbico que escoge que yo les brinde” y cuando considera que ha sido suficiente, como un gato con su bola de estambre, empoderado juega y las goza provocando así una doble posesión que solamente él controla y le pertenece.
Más adelante, jugamos los tres en el jacuzzi y terminamos poniéndolo en medio de nosotras para llenarlo de placer en nuestra cama.
Gracias “G” por la velada tan divertida, espero poder conocer a tus demás amigas…
Besos Afrodita





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"En los juegos del deseo y el pensamiento, las conexiones más intensas son aquellas que trascienden la posesión y encuentran sentido en el vacío."