3ra y última parte (General)
El Magnifico dÃa de mi vida.
Lamentablemente no pude volver a tener ese encuentro planeado con Paloma en los siguientes meses. Cuando tenÃa dinero, ella no estaba y si la encontraba era justo cuando estaba limitado de efectivo.
Afortunadamente encontré empleo y con eso, a la postre habrÃa de solventar mi más grande vicio.
Empecé a planear de nueva cuenta el atracón deseado. El dÃa D, serÃa en la celebración de mi cumpleaños y de mi primer año como Lic.
Asà quedó programado. El viernes, una noche antes de mi cumpleaños, salà del trabajo, regresé a casa, me duché, me cambié y me alisté para ir a mi primera vez en el sexo de paga.
Entré al sitio web del congal, baje algunas fotos de mi preciosa Paloma y las imprimà en papel fotográfico. Allà también nació mi costumbre de obtener una foto autografiada de la chica con la que tengo sexo pagado. Avisé en casa que no regresarÃa hasta en la mañana.
Fui al cajero y saqué mil pesillos y los junté con otros mil que ya portaba. No querÃa quedar corto para pasar un buen rato con Paloma.
Estaba muy nervioso, quizá más que en el dÃa de mi examen profesional. Como dirÃa Harry Potter: “Puedes enfrentar el miedo de luchar contra un dragón, pero no el de estar con una linda chica”.
Entré al Table. El jefe de meseros me acercó a una mesa del fondo. Para ese entonces, ya tenÃan la polÃtica de que si ibas solo por cerveza, no te dejaban estar en las primeras mesas, aunque estuvieran desocupadas. Para esa hora, aun no llegaba Paloma. Me abordó una chica 100% rockera y gótica, llamada Terry. Le invité una copa en lo que aparecÃa mi madrina de vicio. Me comentó que estuvo en el CCH Sur, pero como se juntaba con los góticos de allÃ, no entraba a clases y dejó la escuela. Le confesé que estuve allà los últimos dos años del bachillerato y que quizá pude haberla visto. Jeje.
Fue buena plática hasta que llegó Paloma. Tuve que cortar de tajo a la sensual darketa. Al irse ella, le avisé al mesero que me atendÃa, si, el tan famoso “López”, que le avisara a Paloma que la requerÃa en mi mesa.
Para mi sorpresa, López regresó con Paloma. Se veÃa preciosa con un vestido dorado de micro-falda y gran escote. Inmediatamente nos saludamos, me abrazó y me dio un buen apretón en mis glúteos.
- Mi vida, ¿Me las has cuidado bien> ¿A ver por en frente> Ya ves, sólo yo puedo lograr esa firmeza!
Nos sentamos y disfrutamos del show. Le invité e ingerà algunas copas y ya armado de valor, le planteé la situación. Le platiqué que era mi cumpleaños y que habÃa deseado como regalo tener una relación completa con ella en la sala VIP y que de ser asÃ, permitiera la firma de unas fotos suyas que obtuve del sitio del menÂ’s club.
Ella aceptó por completo todas mis peticiones. Me dijo que el precio del VIP era de 2 mil y que incluÃa bebidas. Con lo que ya habÃa gastado, me quedaban sólo 1600 efectivos para gastarlos con ella.
Le pregunté qué podÃa hacer con 1600. Me dice, Umhmm. Mira, no me he tomado esta copa, la regresamos y ya vemos. Afortunadamente la pudo regresar con López y no me la cobraron.
Al subir al cuarto VIP. Ella le comentó al encargado. Le dijo que era mi cumpleaños y que si podrÃan podÃan hacer una rebaja. El tipo me pregunta: Cuánto tienes>
Le dije: 1600.
Se me queda viendo.
- No, no se puede, la relación completa está en 2 mil. Me quedé frustrado. En eso Paloma le insiste y le cierra el ojo.
Finalmente el tipo accedió, me pidió el monto y 100 más por los condones. Afortunadamente tenÃa un extra en otra bolsa del pantalón y se los di.
Cuando Paloma fue a prepararse, creà que habÃa sido engañado. La verdad, bajaron mucho el precio. No me la creÃa.
Al ver a Paloma subir de nuevo por la escalera, sabÃa que no me habÃa fallado. Me di cuenta que el momento estaba tan cerca de ser disfrutado. Inmediatamente la respiración se aceleró, mis piernas temblaban, sentÃa la boca seca, mi amigo sobresalÃa del pantalón.
Al fin iba a tener sexo con una profesional. Esa fue la razón por la cual quise tener sexo pagado: poder satisfacer mis gustos sexuales sin que la chica se sintiera sucia o humillada por eso, sin que me dijera que no querÃa hacer tal cosa, pues ahora tenÃa o el control, ahora podÃa mandar con pocas probabilidades de que se negaran a satisfacerme.
PodÃa tener transferencia de conocimiento, aprender lo que Paloma supiera, ver que tan bien podÃa desempeñarme al ser exigido al máximo por una profesional. Era sumamente excitante la idea.
Asà pasó. Se abrió una puerta entre el ultimo muro del primer piso. Siempre que habÃa subido al baño o por bailes, jamás la habÃa detectado. No tiene marco, no cuenta con chapa. Solo dan una patada en la base inferior y automáticamente se abre.
La primera en entrar fue Paloma.
- Espera amor, deja poner desodorante y unas velitas.
Tardó un poco en hacerlo. Mientras acomodaba el lugar, me decÃa a mi mismo: No falles. No puedes fallar. Ese es el momento esperado.
- Ok mi rey, ya puedes pasar.
El ambiente tenÃa aroma floral. Al entrar, la atmosfera era muy relajante. Las velas daban una incitante atmosfera claro-oscura, donde las sombras se veÃan muy grandes.
El piso estaba alfombrado. El área era pequeña, no habÃa ventiladores ni aire acondicionado. Todo el cuarto tenÃa espejos.
En el centro estaba un diván grande con forro color miel. De este lado de la puerta habÃa un seguro. Ella lo puso. A un lado del marco interior habÃa una mesa donde puse las fotos de ella y las bebidas que traje de la pista.
- Bien amor. Ahora sÃ. Hasta que se me hizo. Soy toda tuya.
Asà parados empezamos a cachondear. Nos abrazamos y nos trenzamos apasionadamente. Le toqué las nalgas y por el espejo estaba viendo el tremendo trasero que me iba a comer como pastel de cumpleaños.
Era delicioso. Ella emanaba un perfume muy atrayente. Le bajé el escote y le empecé a lamer las tetas. Eran operadas, pero muy antojables.
- Cuanto tiempo deseándote amor, cuanto!!
Sólo le contestaba con jadeos. Era mi momento!!
- Mira en el espejo cómo se hace grande tu pene cuando te lo toco. Mira como lo agarro sobre tu pantalón y te miro con cara de loba.
Me besaba y me mordÃa los labios. No podÃa escaparme. No podÃa decir nada.
Me tomó de las manos y las quitó de su cuerpo.
Ella se acostó en el diván.
- Desnúdate lentamente amor, quiero ver cómo te quitas la ropa, me dijo.
Poco a poco me quedé sin pantalón. Me fui quitando mi ropa hasta que solo quedé en bóxers.
- Quédate asà precioso. Ahora ven a mis brazos. Feliz cumpleaños.
Me puse sobre ella. Le lamà el cuello mientras ella metÃa mano por debajo del bóxer.
- Eras tal y como lo supuse, asà como vi que estas peludito del pecho, me imaginé que estabas velludo en el área que me hace aguadar mi colita.
Con su ayuda, le quité el brassier y le bese el vientre. Ella me jalaba los vellos de la entrepierna y me masturbaba lentamente. SentÃa que me iba a hacer venir. Era delicioso. Dos fogosos juntos en un diván. Era un buen espectáculo.
Ella se quitó el vestido y sólo se quedó con la tanguita. Empecé a besarla y a soplarla. Sentà como su piel se ponÃa crespa y ella emanó un sutil ah.
Le quite poco a poco la última prenda que le quedaba. La guardé entre mis manos y acariciaba la vagina con esa prenda.
- Ay amor. Rózame despacito, asÃ, asi, no pares.
Le metà la tanga en su vagina y después la tallé muy cerca de su ano. Mientras con la otra mano le acariciaba las tetas y le mordÃa despacito los labios.
En eso, saco su triangulito de tela y encaje y me la metà a la boca. El sabor era sublime. El olor mezclado de suavitel y sexo de su ropa intima hicieron que se me pusiera más dura la de mear.
Ella estaba a punto de quitarse las plataformas, pero le dije que no. Que se las dejara, ya que me encantaba cómo se le veÃan las piernas.
Ella se tocaba los senos mientras yo comenzaba a recorrer con mi lengua sus piernas, las besaba y las lamÃa. Ella gemÃa muy tenuemente.
Pase por sus pies y se los besé. Las zapatillas dejaban al descubierto sus dedos y los lamà uno por uno. Después pasé al otro pie y continué de los pies a la cabeza. Volvà a mordisquear sus pezones. A ella le agradaba que lo hiciera despacito. Volvà con su cuello. Le acaricié el pelo. Ella volteó la cabeza para verme besarle la nuca por el espejo.
Después, ella se sentó y recargo su cara en uno de los brazos del diván. Ya la tenÃa de espaldas sentadita. Le besé el cuello y le masajeaba las nalgas. Ella solo se limitaba a ver por el espejo.
Después bajé por su espalda y le barnicé todas sus caderas con saliva. A Paloma le encantó. Me tardé mucho tiempo apretando, abrazando y lamiendo ese rico par de nalgas a petición de su dueña.
En ese entonces me daba miedo hacer oral, asà que no se lo practiqué. Ella se volvió a acostar boca arriba. Me puse a su lado y me quitó el bóxer. Asà ella acostada y yo parado, sacó de una de sus manos un condón. Se lo llevó a la boca, acerco los labios a mi amiguito y me puso la goma de manera magistral.
Asà como estaba me la mamó. Jamás me habÃan practicado sexo oral. Ninguna de mis parejas sexuales lo habÃa permitido, a la mayorÃa de ellas se les hacÃa sucio.
Esta vez, por fin lo saboreaba. Aunque fue con condón, podÃa sentir el calor de su lengua y el frio del aire que exhalaba. Era muy placentera la sensación.
Después de un rato, otra vez ella se acostó de frente y me jaló para ponerme encima de ella. Esta vez iba a penetrar a una mujer a mi gusto, era por paga, pero era muy agradable la sensación.
- Deja yo te lo meto amor. Deja yo te lo meto.
Era delicioso sentir que cada milÃmetro de mi herramienta taladraba esa linda vagina viciosa de sexo. Me fascinaba ver la cara de satisfacción de Paloma.
- Abrazame fuerte amor y penétrame rápido.
Asà lo hice.
Acercó su boca a mi oÃdo y me lo chupó todito. Todo el canal del oÃdo quedó inundado de su saliva. Solo en ese entonces, me susurro:
- Mira en el espejo como nos vemos. No te excita verme> No te pone loco ver cómo me la metes> Ve. Ve mi bebé. Mira como te observo desde el espejo. Cójeme fuerte, penétrame duro. Desde que te vi supe que lo deseabas y mira, en tu cumple lo pude lograr.
Esta vez fue mi turno hablar.
- Te quiero de piernas al hombro.
- Si, lo que mi rey pida. Acábame. Asà me va a doler más pero me fascina, bebé.
Levante sus piernas, ella se bajó más de los brazos del diván y se puso a ver por el espejo.
- Bésame las piernas y empújamela fuerte.Oughh!
Aumenté el ritmo y el diván comenzó a rechinar. Entre el movimiento se hacÃan zurcos de las patas sobre la alfombra.
- Amor, si te doy más fuerte se va a romper el sillón.
- No me importa, tu dale, que al fin tenemos el piso!!!!!!!!!
Seguà dando mi mejor esfuerzo, era por lo que habÃa soñado. Me sentÃa actor porno.
- Bésame las piernas. Verdad que están ricas> Lo que darÃa por ser tú y besármelas mi precioso.
Ya me sentÃa muy agitado, asà que para hacer más palanca, me agarré de sus tacones e hice palanca con ellos.
Empecé a sentir muchas cosquillas en el pene. Estaba próximo a venirme.
- Mi vida, me voy a venir.
Ok, deja te la chupo para que te calmes, quiero probar los juguitos de mi nenita.
Se hincó y me la empezó a mamar. MiÃrame por el espejo. A que no te lo imaginabas asÃ.
- Ahora sÃ. Te voy a dar el postre de tu cena de cumple. Lo vamos a hacer de perrito para que veas mi culo y me des fuerte para que termine. Si>
- Ok
- Bien papi, para no subirme vamos a hacerlo en la alfombra.
Ella se puso de perrito y yo me puse en cuclillas. Por poco me caigo de la impresión de ver ese par de nalgas abiertas y deseosas de penetrarle la rajita.
Mi pene se introdujo como cuchillo en mantequilla.
- Asà mi vida. Dame fuerte, dámelo todo!!
- Acábame Paloma, acábame!!!
Mis piernas comenzaron a temblar y las caderas de Paloma se bajaron más al piso. De pronto ya estábamos de perrito atropellado. Sentà mucha presión.
- Ella me dijo, me voy a venir, me voy a venir.
No pude soportar la sensación. La taladré fuerte y me vine deliciosamente.
Ya no supe si ella se vino o no, pues todo lo vi muy borroso por unos instantes. Estaba empapado de sudor y me acosté en la alfombra. Ella se quedó hincada apreciando como yo gritaba y de placer y me recobraba de tal acto.
- ¿Estuvo delicioso no>
Me hizo esta pregunta con su vocecita ronca y esa sonrisita de pÃcara.
- Demasiado, jamás lo olvidare.
Poco a poco nos vestimos. Ella tiró el condón.
Una vez arreglados, le pedà que me firmara las fotos. Ella consiguió un marcador y atrás de la foto me puso una dedicatoria por mi cumple.
En eso me pregunta:
- Aquà salgo muy bonita. Me la regalas>
- Claro, es tuya. Le contesté.
- FÃrmala por favor. Papi.
Le escribÃ: “Para la nueva protagonista de mis sueños eróticos.”
Le encantó lo que le escribÃ. Nos volvimos a besar bien salvajemente. Después ella me dejó hasta mi mesa y se despidió. A continuación se preparó para su actuación. Me fascinó verla bailar la de Love Generation de Bob Sinclair.
Como ya no tenÃa dinero, le pedà a López que me dejara quedarme lo que restaba de la noche con una sola cerveza. Jjaja.
Asà me la pasé, con una mendiga cerveza. Mi primera vez fue muy agitada y accidentada, pero al final todo saló de lujo. A las 6 de la mañana cuando las chicas se iban para sus casas, quise ver a Paloma para agradecerle lo bien que me la hizo pasar.
Lamentablemente no la vi. Desde esa noche, he tratado de verla y ya no la he encontrado.
Donde quiera que esté, le agradezco infinitamente sus atenciones y por ser mi madrina.
Fin de la historia. Saludos.
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